Todo el mundo tiene manchas en la piel, son parte del proceso normal de hacerse mayor. Sin embargo, a veces pueden ser el signo de algo más preocupante. Así que, revise su piel y la de su familia una vez al mes en busca de manchas sospechosas y si tiene dudas, consulte a su dermatólogo. No en vano, el cáncer de piel cuánto antes se detecte mejor.
No todas las manchas sospechosas aparecen en zonas expuestas al sol o en zonas visibles. Así que, revise todo el cuerpo, por detrás y por delante, preferiblemente enfrente de un espejo.
Fíjese en su cara, incluyendo la nariz, los labios, la boca y las orejas (también por detrás de las mismas). Revise su cuero cabelludo, utilizando un peine para separar el pelo en capas. En caso de calvicie, examine todo el cuero cabelludo.
Revise sus manos, las palmas y el dorso y también entre los dedos. Levante el brazo para examinar la parte interna del brazo y la axila. A continuación, fíjese en el cuello, el pecho y la parte superior del cuerpo. Si es mujer, revise la zona entre las mamas y por debajo de las mismas. Utilice un pequeño espejo para examinar la nuca y la espalda. Revise los glúteos y la parte de atrás de las piernas y termine examinando las plantas de los pies y los espacios entre todos los dedos.
¿En qué hay que fijarse?
Sea como sea, cuando revise su piel, fíjese especialmente en manchas que:
• Han cambiado de tamaño, color o forma.
• Son diferentes del resto.
• Son asimétricas.
• Tienen un tacto áspero.
• Tienen varios colores.
• Son mayores de 5 mm.
• Pican.
• Sangran.
• Tienen una superficie brillante.
• Parecen una herida pero no cicatrizan.
Y recuerde: como más vale prevenir que curar, ante el primer signo de algo fuera de lo normal, consulte a su dermatólogo. El cáncer de piel puede no dar síntomas, es decir, ni sangrar, ni picar ni doler, hasta fases muy avanzadas. Pero que algo no moleste no significa que sea benigno.
¿Cómo se previene el cáncer de piel?
Utilice el sentido común cuando se exponga al sol y tome nota de estos consejos:
• Extreme las medidas de protección para los niños (uso regular de un protector solar con un factor elevado [más de 30], camiseta y gorra).
• Busque la sombra y no se exponga al sol en las horas centrales del día (entre 12 y 16 horas).
• Proteja su piel y sus ojos (gorra, camiseta, gafas).
• Deje que su piel se acostumbre al sol de forma gradual. ¡Evite las quemaduras solares!
• Aplique el protector solar con un factor elevado (más de 30) cada 2 horas.
Si su piel se enrojece después de ponerse al sol, eso significa que se ha quemado. Cuando aparecen ampollas o dolor que duran más de dos días, se considera una quemadura grave.
Una historia de quemaduras, especialmente en la infancia, es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de piel, de ahí la importancia de evitarlas desde pequeño.
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