01 enero 2011

LA GRAN DIFERENCIA

Dos señoras se encontraron después de un buen tiempo sin verse y una le pregunta a la otra:
- ¿Y cómo están tus hijos, Rosa y Francisco?
- Ay querida, Rosa se casó muy bien. Tiene un esposo maravilloso. El se levanta de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, prepara el café en la mañana, lava los platos y ayuda en la cocina. Le tiene una muchacha que le limpia la casa, le compra coche nuevo cada año, la lleva de viaje dos veces al año. Después de todo es muy bueno en su trabajo. Un amor de yerno, gracias a Dios. - ¡Qué bien, querida amiga! 
Y tu hijo Francisco, ¿también se casó?
- También se casó, pero tuvo mala suerte. Su matrimonio anda muy mal... Imagínate que él tiene que levantarse de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, hacer el café en la mañana, lavar los platos y tiene que ayudar en la cocina. Y después de todo esto sale a trabajar para conseguir el sustento pagarle una muchacha que le limpie la casa, lo fuerza para que salgan de viaje dos veces al año, y ¡¡lo peor!! quiere coche nuevo cada año.....¡¡pobre hijo!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario