28 junio 2015

CLAVES DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

El corazón presiona las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano, lo que se conoce como presión arterial. La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón y la mínima, con cada relajación. Cuando hablamos de hipertensión arterial (HTA) nos referimos a la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida.
La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón, que para hacer frente a ese sobreesfuerzo responde aumentando su masa muscular y, como no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo, acaba siendo perjudicial.
La conocida como "epidemia silenciosa del siglo XXI" no produce síntomas y puede pasar inadvertida. Es más frecuente a partir de los 40 años, pero ninguna edad está libre de padecerla y, aunque en la HTA la predisposición familiar es importante, hay personas con la enfermedad que no cuentan con ella.
Recuerde: la presión arterial normal está por debajo de 120/80 mm Hg. La presión de 120-139/80-89 mm Hg se considera 'prehipertensión'. Si su presión arterial se encuentra por encima de 140/90 mm Hg, es hipertenso.
Tratamiento y prevención
El mejor tratamiento de la hipertensión es una buena prevención que evite que aparezca y para conseguirlo es fundamental seguir un estilo de vida cardiosaludable. ¡Toma nota!
No fumes: el tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Dejar de fumar tiene unos efectos positivos superiores a cualquier medicación para la hipertensión.
Cuidado con el alcohol: el consumo moderado de alcohol (un vaso de vino al día en las comidas) puede ser beneficioso, pero si es excesivo aumenta la presión arterial.
Controla tu peso: el sobrepeso es una causa de hipertensión. Rebajarlo reduce la presión arterial y disminuye el riesgo cardiovascular y de diabetes.
Ejercítate: el ejercicio físico regular consigue bajar las cifras de presión arterial.
Practica una dieta cardiosaludable: los hipertensos deben disminuir el consumo de sal y alimentos que la contengan. También necesitan consumir frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pan y otros cereales; usar aceite de oliva como grasa principal y aumentar el consumo de aves y pescado en detrimento de las carnes rojas.
Tratamiento farmacológico: si eres hipertenso, además de las recomendaciones anteriores, es posible que debas seguir un tratamiento farmacológico. Confía en tu médico.

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