20 octubre 2006

LA MITAD DE LA MITAD

En la SEMANA CONTRA LA POBREZA, Manuel Alcántara pone el dedo en la llaga en su artículo del Diario Montañés.
Los Objetivos del Milenio, formalmente acordados por España, en unión a otros 188 países, han tenido que ser aplazados, quizá para dentro de otros mil años. Prometer nunca ha empobrecido a nadie y ofrecimos cosas de difícil cumplimiento, tales como erradicar la pobreza y el hambre, lograr la educación primaria universal, reducir la mortalidad infantil para que en lugar de que vayan tantos angelitos al cielo, acomodarlos para su estancia terrestre... Nada de eso se ha cumplido. Ni siquiera la mitad de la mitad. Las ONG acusan a nuestro Gobierno de seguir racaneando la ayuda al Tercer Mundo y promueven movilizaciones. No es lo mismo predicar que dar trigo, pero lo peor es dar menos de lo que se venía dando. Mucho menos de lo que se destinaba en los años 60, donde había gente que todavía creía que el mundo es un lugar mejorable.La piedad no está pasando por su mejor momento, pero tampoco vive una buena época esa forma inteligente del egoísmo que sospecha que si no les damos algo a los que no tienen nada pueden venir a quitárnoslo todo. El Ejecutivo aún no destina el 0,7 del PIB para la Ayuda Oficial al Desarrollo. Hay quien le echa la culpa a Solbes, que no se hace ilusiones porque hace números. Otros responsabilizan al sistema de crédito FAD, que en su opinión son una forma camuflada de promover empresas nacionales en el exterior.Lástima que las buenas palabras no sean comestibles. Llevamos seis años de retraso desde que se instituyó el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, pero lo hemos ido dejando de un día para otro. Los compromisos se los ha llevado el viento de igual modo que se lleva a los desnutridos, que no pesan nada. El viejo lema 'Levantémonos contra la pobreza' se cumple a medias. Nos levantamos, pero es para desayunar.

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