Aparece en la prensa de hoy una reseña en la que se dice textualmente : “Las gestiones realizadas principalmente por la vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Dolores Gorostiaga, los líderes de distintos partidos, sindicatos y la alcaldesa de Torrelavega han servido para que la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se muestre receptiva a la concesión de una nueva licencia de vertido que permita a Sniace mantener su actividad hasta la primavera, momento en el que se espera que la instalación de una planta depuradora ya resulte operativa”.
Estoy seguro que todos apreciarán en ella la gran labor realizada por la vicepresidenta y que muy pocos entrarán a valorar el oportunismo electoralista de la misma. Pero los votos de Torrelavega son muy importantes y políticamente es imprescindible tener al electorado contento.
Desde hace años, Sniace viene polucionando el río Besaya. Ha recibido múltiples quejas y avisos, pero sabe que puede seguir chantajeando a todos mediante el reticente anuncio de que sería mandar a la calle a seiscientos trabajadores.
Ahora es tiempo de acudir a la ministra para que conceda una moratoria, es decir que se siga deteriorando nuestra salud, pero ahora con el consentimiento ministerial. Tras esta prueba de generosidad política, se elaborarán las consiguientes promesas de soluciones al problema, para posteriormente ser incumplidas y encontrarnos en las próximas elecciones ante el mismo problema, para que nuevamente nos vuelva a salvar el ministro correspondiente.
¿Qué ha hecho el gobierno cántabro para procurar que Sniace eliminara o adaptara su proceso productivo para que estos vertidos, tan nocivos para la salud de más de cincuenta mil personas no se viera afectada? Pues bien, el gobierno ha mirado hacia otro lado, o a lo sumo habrá concedido préstamos para que Sniace acometiese obras para evitar estos vertidos, sin hacer un seguimiento de los mismos y probablemente se hayan destinado a otros fines. Esta dejación de funciones del gobierno, que debiera ser motivo de crítica por parte de todos, nos la venden ahora como un éxito del mismo, cuando han estado consintiendo vertidos tóxicos durante años, extremadamente peligrosos para la salud de todos los ciudadanos.
Parece ser, a juzgar por la noticia que ahora quieren transformarla en positiva, para que los ciudadanos los voten. Se aproximan elecciones y todos los partidos tratan de volver a engañarnos presentándonos como logros hasta los fracasos, pero la opinión pública está reaccionando y se va dando cuenta de su camuflaje electoral.
Actuaremos en consecuencia ya que estamos cansados de que las promesas electorales caigan en saco roto a las primeras de cambio y se nos tome el pelo reiteradamente.
Estoy seguro que todos apreciarán en ella la gran labor realizada por la vicepresidenta y que muy pocos entrarán a valorar el oportunismo electoralista de la misma. Pero los votos de Torrelavega son muy importantes y políticamente es imprescindible tener al electorado contento.
Desde hace años, Sniace viene polucionando el río Besaya. Ha recibido múltiples quejas y avisos, pero sabe que puede seguir chantajeando a todos mediante el reticente anuncio de que sería mandar a la calle a seiscientos trabajadores.
Ahora es tiempo de acudir a la ministra para que conceda una moratoria, es decir que se siga deteriorando nuestra salud, pero ahora con el consentimiento ministerial. Tras esta prueba de generosidad política, se elaborarán las consiguientes promesas de soluciones al problema, para posteriormente ser incumplidas y encontrarnos en las próximas elecciones ante el mismo problema, para que nuevamente nos vuelva a salvar el ministro correspondiente.
¿Qué ha hecho el gobierno cántabro para procurar que Sniace eliminara o adaptara su proceso productivo para que estos vertidos, tan nocivos para la salud de más de cincuenta mil personas no se viera afectada? Pues bien, el gobierno ha mirado hacia otro lado, o a lo sumo habrá concedido préstamos para que Sniace acometiese obras para evitar estos vertidos, sin hacer un seguimiento de los mismos y probablemente se hayan destinado a otros fines. Esta dejación de funciones del gobierno, que debiera ser motivo de crítica por parte de todos, nos la venden ahora como un éxito del mismo, cuando han estado consintiendo vertidos tóxicos durante años, extremadamente peligrosos para la salud de todos los ciudadanos.
Parece ser, a juzgar por la noticia que ahora quieren transformarla en positiva, para que los ciudadanos los voten. Se aproximan elecciones y todos los partidos tratan de volver a engañarnos presentándonos como logros hasta los fracasos, pero la opinión pública está reaccionando y se va dando cuenta de su camuflaje electoral.
Actuaremos en consecuencia ya que estamos cansados de que las promesas electorales caigan en saco roto a las primeras de cambio y se nos tome el pelo reiteradamente.
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