Continúa el debate sobre las Guerras Cántabras y el incidente en el Ayuntamiento de Santander. En el Diario Montañés de hoy aparece una carta, firmada por Valentín Núñez Rivero, en la que con buen criterio trata de que se mantengan al margen todos aquellos que están politizando un acontecimiento en el que todos opinan, pero que parece ser que ninguno estaba presente. Deja entrever que los principales protagonistas del evento, de forma acertada, no solamente no quieran intervenir, sino que se están dando cuenta que el asunto puede írseles de las manos. Son conscientes de que en el momento de que sea utilizada la política en la Fiesta, esta está condenada a su fin.
Merece la pena leer con detenimiento el citado artículo, para ver con agrado, como entre la mayor parte de los participantes, existe un ambiente alejado de luchas políticas. Para ello pulsa aquí.
Merece la pena leer con detenimiento el citado artículo, para ver con agrado, como entre la mayor parte de los participantes, existe un ambiente alejado de luchas políticas. Para ello pulsa aquí.
Es evidente que desde los primeros tiempos, en la fiesta, se ha tratado de no utilizar las Guerras Cántabras como arma política arrojadiza por parte de la Asociación y de los integrantes de la misma y los que de alguna manera hemos tenido la ocasión en algún momento de formar parte de la Asociación, hemos tenido eso muy claro, ya que en la fiesta hay de todas las ideologías y de todas las condiciones políticas, condición que hemos dejado aparcada en nuestras casas para conseguir lo que entre todos, de izquierdas, de derechas, regionalistas y no adscritos hemos logrado conseguido. Es un orgullo para los corraliegos que se haya conseguido lo que era hace unos años era impensable. El hecho de que algun festero, no se sabe si por desconocimiento, desinformación o malicia, se haya saltado a la torera los postulados por todos aceptados, y cumplido hasta ahora, puede poenr en peligro la continuidad de la fiesta, que no necesita precisamente ningun empujón en este sentido. Este tal Jose María que se se ha metido en un terreno resbaladizo y peligroso y que puede hacer mucho daño a la fiesta. Por ejemplo decir que hace unos días se acabó el plazo para presentar candidaturas y se han tenido que presentar los mismos que hasta ahora se han hecho cargo de la misma porque nadie más se ha presentado a la dirección de la fiesta, conscientes del mucho esfuerzo a realizar y los sinsabores que ello conlleva, amén de la supeditación a los plazos en la recepción de las subvenciones que tanto daño han hecho a la organización de la fiesta. Con sus manifestaciones, y como dice Valentín se abre la veda y otros que no coincidan con él, pueden utilizar turno de réplica y convertirse la fiesta en campo de batalla político, muiy lejos de loq ue se desea. Tiene razón también Valentín cuando dice que ha habido momentos difíciles y con más motivos que este para haber podido utilizar la crítica hacia algunos gobernantes y no se ha hecho. El propio Villamuera que es el fundador de la fiesta, argumentó entre otras cosas la desidia y el abandono municipal como uno de los motivos que le llevaron al abandono al frente de la Asociación. Pero no hizo leña de los políticos que habían hartado a este "alma mater" de la fiesta, y lo podía haber hecho tanto él como los demás, pero no se hizo, se ignoró esa circunstancia para no levantar ampollas. Ahora que llegan las elecciones algunos utilizan la fiesta para sus fines partidistas o los de sus amigos y eso es muy reprochable.
ResponderEliminarBien por Valentín y un suspenso para José María Belso.