10 julio 2007

AGRIPA

Últimamente están apareciendo cartas en la prensa regional referentes a la estatua levantada al general Agripa. Hoy aparece una en el Diario Montañés, firmada por Carlos Ruiz Díaz.
La mayor parte de ellas recrimina la colocación de la misma. Se basan principalmente en la condición de genocida del general romano.
Particularmente pienso que levantar una estatua a alguien no quiere decir que se honre su memoria, y el ejemplo más evidente es la estatua levantada al diablo en el Parque de El Retiro, dedicada al Ángel Caído.
Lo que me parece un error es levantar ahora estatuas según nuestro criterio actual, para que las futuras generaciones las derriben por entender que obedecen a criterios equivocados de sus antepasados y levantar a su vez estos nuevas estatuas, que serán derribadas por una nueva generación. Si hubiésemos obrado siempre así ahora solamente tendríamos estatuas del presidente Zapatero y sus colaboradores socialistas, que serían derribadas en cuanto perdiese unas elecciones, para erigir solamente estatuas del gusto del nuevo ganador.
Para mi una estatua representa una parte de la historia y nuestro pasado está lleno de aciertos y errores. Yo creo que un planteamiento acertado es respetar todas las estatuas, por el contenido histórico aludido y que a la vez sirvan a las futuras generaciones para conocer partes positivas y negativas de esa historia, con el fin de no cometer los mismos errores que nuestros antepasados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario