21 noviembre 2008

EL TREN SE NOS PARÓ EN EL TIEMPO

Visitar la actual exposición del Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander, organizada por la Asociación Cántabra de Amigos del Ferrocarril con motivo del 150 Aniversario de la llegada del tren a Cantabria, supone experimentar dos fuertes sensaciones de lo más contrapuestas. La primera de ellas, bien clara y perceptible, es la magnífica muestra que ha conseguido ofrecer a los cántabros dicho colectivo en tan significativa efemérides, resultado de un trabajo ingente de recopilación de datos, imágenes y elementos ferroviarios a lo largo de siglo y medio, que nos hace recordar muy vivamente la sucesión de épocas pasadas en que este medio de transporte de viajeros y mercancías tanto contribuyó a una constante mejora de la situación económica y social de nuestra tierra. Así pues, como punto y aparte, el reconocimiento más amplio y la más efusiva felicitación a la Asociación Cántabra de Amigos del Ferrocarril por su genial iniciativa y extraordinaria exposición, junto con una sincera invitación de manera particular a todos los cántabros para que no dejen de visitarla.
La segunda sensación, que siento verdaderamente haberla tenido que experimentar, es de auténtica melancolía, lamento e impotencia. En el pormenorizado recorrido histórico de la muestra se llega al año 1952, momento en que la entrada en funcionamiento de los trenes "Taf" (Tren automotor Fiat), representaron una nada despreciable reducción del tiempo invertido en el desplazamiento de Santander a Madrid de dos horas y cuarenta minutos. Es decir, hace aproximadamente sesenta años el tren que circulaba en Cantabria experimentó un avance y modernización verdaderamente espectacular. A nadie se le oculta lo no menos espectacular de la innovación tecnológica que ha existido en todos los campos, entre ellos el ferroviario, desde entonces hasta el día de hoy, junto a las innumerables ventajas que han aportado y siguen aportando a la sociedad en general.
Continuamos el recorrido histórico por tan interesante exposición y llegamos al momento de los AVE, no ya de la actualidad, sino de décadas pasadas. Avanzamos contemplando estos trenes modernos y podemos ver que está a punto de salir al mercado otra nueva generación que circulará hasta 360 kilómetros por hora. Lo del récord de velocidad alcanzado ya, próximo a los 600 kilómetros por hora, también en los paneles informativos.
Ante el panorama ferroviario de Cantabria y las expectativas de futuro en estos momentos, resulta muy clarividente que una sencilla operación matemática nos pone de manifiesto que, en el mejor de los casos, para conseguir una reducción de tiempo en el viaje a Madrid, similar a la que hubo en 1952, habrán de pasar nada más y nada menos que prácticamente setenta años. Casi un siglo...La conclusión no admite duda alguna: El tren se nos paró en el tiempo.
Paulino Laguillo, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.

1 comentario:

  1. Pues nada, a seguir votando a Revilluca y a Pepiño para que el AVE vuele hasta Santander.

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