23 noviembre 2009

PARA MEDITAR

PESOS Y MEDIDAS Negrita
Los dos partidos mayoritarios andan discutiendo cuál de ellos alberga la mayoría de corruptos. Según las mutuas investigaciones es el otro, pero muy bien puede pasar que lleven razón los dos.
Para lograr un entendimiento, Rajoy ofrece un pacto que tenga la finalidad de endurecer los castigos a los corruptos, ya que así se podrá saber su número. Lo penoso es que en el PP habría que juzgar por lo penal a personas que no han sido inocentes ni antes del pacto, ni en el pacto, ni después del pacto. La virginidad política no es que sea improbable, pero siempre es difícil de probar.
Naturalmente y a Dios gracias, hay políticos honrados. Lástima que se suelan dedicar a otra cosa.
La rotunda alcaldesa de Valencia, doña Rita Barberá, ha entrado en la competencia y dice que «los socialistas tienen un carro de imputados». Les adjudica el grueso de la corrupción y la mentira del Plan E. En Barcelona, medio millar de damnificados por la golfería reinante piden «responsabilidad política» y en el campo ¿qué les voy a contar lo que está pasando en el campo? Hay que reconocer que no es un tiempo propicio para hacer excursiones.
Urge un acuerdo sobre la decencia. Hay que establecer un sistema de pesos y medidas para que sepamos cuánta honradez es compatible con el sistema. Antes se decía que la mujer del César no sólo debía ser honesta, sino parecerlo, pero ahora son las mujeres de los concejales las que están obligadas a demostrar la honorabilidad de sus maridos. Las sospechas se han extendió por todos los ámbitos.
En las pancartas de las organizaciones agrarias se leen quejas porque el Gobierno mantenga a los chorizos en la cárcel y luego los suelte sin que tengan que restituir. Más grave es que mantenga a otros en libertad. Queda mucha tela para otras pancartas.

[Manuel Alcántara en El Diario Montañés]

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