En aquellos años en que los jóvenes no disponíamos de los medios con los que cuentan los de ahora, hasta el extremo de que no teníamos ni televisión, la práctica deportiva diaria era nuestra única forma de pasar las horas de ocio.
Esta situación fue aprovechada por el colegio de La Salle de Los Corrales, para crear auténticas escuelas deportivas, donde a infinidad de jóvenes se nos inculcó, después de recibir la formación académica, la pasión por el sano deporte, que hemos continuado practicando a lo largo de nuestra vida.
Es aquí donde los hermanos Ricardo y Manuel (Cardín y Lolo) Bustamante Fernández eran auténticos ídolos. Dominaban todos los deportes y era común verlos competir jugando un partido de baloncesto en el patio del colegio, donde Cardín era un superclase, para una vez terminado el mismo, dirigirse al estadio Forjas de Buelna (ahora Luis Andrés Samperio), para competir en atletismo, especialidad esta en la que Cardín llegó a ser internacional con España en salto de altura, y en la que tuvo el record de Cantabria por más de una década, sin que nadie fuera capaz de mejorarlo.
Ambos participaban en varias pruebas, ya que Cardín solía competir en salto de altura, longitud y triple y Lolo en lanzamientos de peso (fue campeón de España juvenil), disco y jabalina, siendo casi siempre ganadores ambos en las citadas competiciones.
También jugaron a balonmano, deleitándonos a todos en al añorado patio del colegio, donde lideraban a un grupo de corraliegos, que nos hicieron pasar grandes jornadas deportivas. También, sobre todo Cardín, fueron consumados maestros en tenis de mesa, billar, bolos y hasta en futbolín. En definitiva, no había deporte que se les resistiese, siendo apreciados por compañeros y contrarios.
Hay veces que no somos conscientes de que nuestros actos puedan tener una trascendencia impensada y estoy seguro que los hermanos Bustamante nunca sospecharon la gran labor que llevaron a efecto entre muchos de los jóvenes de los Corrales de Buelna, que hoy peinamos canas. Con su ejemplo consiguieron que la juventud del valle de Buelna creciese con unos hábitos sanos y deportivos, que algunos hemos tratado de mantener a lo largo de los años.
Con la triste desaparición, hace años, de Cardín y recientemente la de Lolo, quiero expresar con esta líneas mi agradecimiento personal a ambos, por el ejemplo que nos transmitieron y que, me consta, somos muchos los habitantes del valle, que hemos sabido apreciar y valorar.
A. José Salas
Esta situación fue aprovechada por el colegio de La Salle de Los Corrales, para crear auténticas escuelas deportivas, donde a infinidad de jóvenes se nos inculcó, después de recibir la formación académica, la pasión por el sano deporte, que hemos continuado practicando a lo largo de nuestra vida.
Es aquí donde los hermanos Ricardo y Manuel (Cardín y Lolo) Bustamante Fernández eran auténticos ídolos. Dominaban todos los deportes y era común verlos competir jugando un partido de baloncesto en el patio del colegio, donde Cardín era un superclase, para una vez terminado el mismo, dirigirse al estadio Forjas de Buelna (ahora Luis Andrés Samperio), para competir en atletismo, especialidad esta en la que Cardín llegó a ser internacional con España en salto de altura, y en la que tuvo el record de Cantabria por más de una década, sin que nadie fuera capaz de mejorarlo.
Ambos participaban en varias pruebas, ya que Cardín solía competir en salto de altura, longitud y triple y Lolo en lanzamientos de peso (fue campeón de España juvenil), disco y jabalina, siendo casi siempre ganadores ambos en las citadas competiciones.
También jugaron a balonmano, deleitándonos a todos en al añorado patio del colegio, donde lideraban a un grupo de corraliegos, que nos hicieron pasar grandes jornadas deportivas. También, sobre todo Cardín, fueron consumados maestros en tenis de mesa, billar, bolos y hasta en futbolín. En definitiva, no había deporte que se les resistiese, siendo apreciados por compañeros y contrarios.
Hay veces que no somos conscientes de que nuestros actos puedan tener una trascendencia impensada y estoy seguro que los hermanos Bustamante nunca sospecharon la gran labor que llevaron a efecto entre muchos de los jóvenes de los Corrales de Buelna, que hoy peinamos canas. Con su ejemplo consiguieron que la juventud del valle de Buelna creciese con unos hábitos sanos y deportivos, que algunos hemos tratado de mantener a lo largo de los años.
Con la triste desaparición, hace años, de Cardín y recientemente la de Lolo, quiero expresar con esta líneas mi agradecimiento personal a ambos, por el ejemplo que nos transmitieron y que, me consta, somos muchos los habitantes del valle, que hemos sabido apreciar y valorar.
A. José Salas
Cuando se escribió esta nota todavía vivía Salva, el menor de los hermanos, que más tarde falleció a la temprana edad de 63 años y que, como sus hermanos, fue también un gran deportiesta.
ResponderEliminarEstupendos/Geniales deportistas y buenos amigos todos. Lamentar que murieran tan jóvenes y un fuerte abrazo a su familia, es lo que ahora procede.
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