28 marzo 2010

UN COLEGIO NO SEXISTA

Ocurrió hace pocos días en una asamblea de la asociación de padres de alumnos de un colegio rural. Buscaban nombre para el centro escolar, y el debate se animó con propuestas y contrapropuestas. Participaba activamente, con calor dialéctico, una señora todavía joven, notable por sus actitudes antisexistas. Muy eficaz en su trabajo, dicho sea de paso. Lúcida, cualificada y profesional. Pero de las convencidas –sin duda sinceramente, en este caso– de que los Reyes Magos deberían llamarse Reyes y Reinas Magos y Magas, y que regalarle un balón y una espada de juguete a un niño varón significa forjar, desde la más tierna infancia, a un maltratador de mujeres y a un fascista con carnet.

Dándole vueltas al nombre del colegio, la antedicha señora se negó a escoger el de un conocido escritor español vivo, argumentando que el candidato pertenecía al sexo masculino y que eso suponía discriminar a las mujeres escritoras. Además, no era considerado por la citada señora un pavo progresista, sino proclive a una manera de escribir demasiado apegada a las reglas académicas, lo que le da un tufillo de derechas
Se le pidió entonces a la señora que aportase nombres de escritores homosexuales inequívocamente progresistas, dignos de figurar en el membrete de cartas de un colegio español del año 2010. O, preferiblemente, de escritoras hembras en situación parecida. Pero no supo dar ninguno. Los hombres eran hombres, a fin de cuentas; y a las mujeres no acababa de verlas.
Al fin, tras varias horas de dimes y diretes, la señora dio con la solución: «Un nombre –apuntó muy seria– que cumple todos los requisitos para representar los valores del centro educativo, sin ser sexista ni afectar la sensibilidad de ningún colectivo». Luego hizo una pausa, los miró a todos con ojos encendidos de entusiasmo y dijo: «La Pantera Rosa». [Ver noticia completa]

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