EL TREN DEL FUTURO
Me ha causado sorpresa la carta que ha remitido al Diario Montañés nuestro Consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo del Gobierno de Cantabria, D. José María Mazón Ramos, en la que hace una excelente, y me temo que real, exposición del devenir de los acontecimientos relacionados con la temática del AVE.
Es la típica carta que habría escrito cualquiera de los ciudadanos que habitamos en Cantabria y nosotros precisamente elegimos a nuestros representantes no para que se conviertan en ciudadanos de a pie, que mandan sus quejas y lamentos a la prensa para denunciar situaciones adversas, sino precisamente para que las resuelvan.
Llama la atención que la situación relatada se corresponde en su totalidad con la que nunca hubiésemos deseado los ciudadanos, con el agravante de que nuestros representantes regionales no han sabido resolver, y que debieran de haber evitado que la llevasen a efecto los que han sido sus socios en el poder.
Podemos llegar a la conclusión que se trata de un canto a la impotencia y ejerce la opción de llevar sus lamentos a la prensa bien, para justificar su incompetencia, o bien para presionar al partido en el poder para que modifique su actitud en este tema, eligiendo la prensa como medio para dar a conocer a la ciudadanía su desánimo y desesperanza ante la evidencia de los acontecimientos.
La lectura de esta carta me trae a la memoria las palabras de la madre de Boabdil cuando su hijo lloraba la pérdida de Granada, de “llora como una........”
Me ha causado sorpresa la carta que ha remitido al Diario Montañés nuestro Consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo del Gobierno de Cantabria, D. José María Mazón Ramos, en la que hace una excelente, y me temo que real, exposición del devenir de los acontecimientos relacionados con la temática del AVE.
Es la típica carta que habría escrito cualquiera de los ciudadanos que habitamos en Cantabria y nosotros precisamente elegimos a nuestros representantes no para que se conviertan en ciudadanos de a pie, que mandan sus quejas y lamentos a la prensa para denunciar situaciones adversas, sino precisamente para que las resuelvan.
Llama la atención que la situación relatada se corresponde en su totalidad con la que nunca hubiésemos deseado los ciudadanos, con el agravante de que nuestros representantes regionales no han sabido resolver, y que debieran de haber evitado que la llevasen a efecto los que han sido sus socios en el poder.
Podemos llegar a la conclusión que se trata de un canto a la impotencia y ejerce la opción de llevar sus lamentos a la prensa bien, para justificar su incompetencia, o bien para presionar al partido en el poder para que modifique su actitud en este tema, eligiendo la prensa como medio para dar a conocer a la ciudadanía su desánimo y desesperanza ante la evidencia de los acontecimientos.
La lectura de esta carta me trae a la memoria las palabras de la madre de Boabdil cuando su hijo lloraba la pérdida de Granada, de “llora como una........”
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