21 marzo 2012

PARA MEDITAR

ABANDONA TODA ESPERANZA
Ya es oficial: España será el balneario de Europa. Hasta ahora era solo una posibilidad muy probable, pero la crisis ha despejado las últimas dudas. Nuestros representantes políticos han hecho sus apuestas, y ni la ciencia ni la tecnología figuran entre las cartas. Y por más que alguno se lleve las manos a la cabeza, por más que Nature lo considere suicide, nuestros gobernantes lo tienen claro: España será un país de servicios o no será.
Desconozco qué indicadores maneja el Gobierno, pero su actitud presupuestaria confirma una absoluta falta de confianza en el sistema científico-tecnológico español. Es insultante, por tanto, que nuestra clase política siga negando los recortes presupuestarios en ciencia, y continúe mencionando (sin sonrojarse) la sociedad del conocimiento. Digámoslo claro: el Gobierno español no está apostando por una sociedad del conocimiento, sino por un modelo económico basado en la mano de obra. Un país de paletos sin formación que sirven copas y hacen camas a los chicos listos de Europa. La marca España se resume en un presidente que no habla inglés, una clase política corrupta y Almodóvar.
Digan adiós a las becas y a los centros de investigación, despídanse de los campus de excelencia. Todo eso son caprichos de niño rico que ya no podemos permitirnos. Tu educación está por encima de nuestras posibilidades. Reventada la burbuja inmobiliaria, el Gobierno ha abandonado las pretensiones de figurar en la lista de los países más ricos del mundo y se conforma con no figurar entre los más pobres. Política de supervivencia, economía de zanja y paella. Científicos e ingenieros, diríjanse ordenadamente a la puerta de embarque.
Investigación, desarrollo e innovación se han vuelto anglicismos. Se plantea otra reforma veraniega de la Constitución para incorporar el que inventen ellos al preámbulo. Abandona toda esperanza. Nuestros políticos ya lo han hecho

Fuente: mimwsacojea

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