EL GRAN NOMBRE DE LA DEMOCRACIA
José Luis nos facilita este artículo de Ángeles Caso, del que te aporto un extracto y, en el que se nos comenta que habíamos aprendido que la redistribución de la riqueza era fundamental para la paz social. El camino hacia delante parecía imparable. Y ahora de pronto, en unos meses, nos desmantelan todos esos derechos conseguidos a base de tanto esfuerzo. Día a día, entre unos y otros, nuestros gobernantes se van cargando en nombre de la crisis los logros de una sociedad que, al fin, empezaba a ser justa.
Tratan de convencernos de que no queda otro remedio. Pero entretanto vemos cómo los privilegios de los más ricos y los más poderosos se mantienen intactos. Mientras millones de españoles se van al paro y cientos de miles de parados rozan ya la miseria, los políticos y sus colegas financieros y banqueros siguen impolutos en su mundo perfecto. Y da igual que malversen o dilapiden el dinero que hemos aportado entre todos y que debería invertirse en becas, quirófanos o asilos: nunca pasa nada. Han tirado millones de euros públicos por la ventana, han inaugurado infraestructuras absurdas, adquirido mansiones, arruinado cajas de ahorros, viajado en coches supersónicos, pagado cenorras, prostitutas y cocaína con nuestros impuestos. Pero ahí siguen, con sus corbatas impecables y su aire de ladrones elegantes.
Tratan de convencernos de que no queda otro remedio. Pero entretanto vemos cómo los privilegios de los más ricos y los más poderosos se mantienen intactos. Mientras millones de españoles se van al paro y cientos de miles de parados rozan ya la miseria, los políticos y sus colegas financieros y banqueros siguen impolutos en su mundo perfecto. Y da igual que malversen o dilapiden el dinero que hemos aportado entre todos y que debería invertirse en becas, quirófanos o asilos: nunca pasa nada. Han tirado millones de euros públicos por la ventana, han inaugurado infraestructuras absurdas, adquirido mansiones, arruinado cajas de ahorros, viajado en coches supersónicos, pagado cenorras, prostitutas y cocaína con nuestros impuestos. Pero ahí siguen, con sus corbatas impecables y su aire de ladrones elegantes.
Cada mañana, después de leer el periódico, en medio de la depresión, los maldigo. Maldigo a los corruptos, claro, pero también a los vanidosos que han querido dejar sus nombres escritos en piedra para la posteridad. Y a todos los decentes que han mirado hacia otro lado haciéndose los tontos mientras sus compinches robaban. [ver artículo completo]
Sra. Ángeles Caso:
ResponderEliminarIgual que todos los "progres" sociatas y de izquierdas, que durante el "Reinado" de ZP el Felón se callaron los desmanes del Gobierno-PSOE y trincaron como putas, ahora Ud ( y toda la gentuza "intelectual" que entonces no la pió y aplaudía con la orejas a ZP-PSOE mientras destrozaban España ) pues eso, ahora Ud se pone a despotricar, cual miserable fariseo ( farisea, pues Ud es una feminista coñazo ), de que este gobierno del PP ( elegido por mayoría absoluta para que arregle esto en menos de 4 años ) tenga que realizar y aplicar medidas lamentables, pero necesarias, para solucionar esto. Evidentemente el PP está cometiendo muchos errores ( pues no ataca el problema en su raiz y algunos son unos incompetentes ) pero debemos darles un margen de confianza ... mientras les criticamos los que les hemos votado ( quienes no les han votado, cremallera y a no tocar las narices . Tome buena nota amiga ...
El autor del comentario anterior hace lo mismo que critica de la autora de artículo. Critica y censura y lo que hicieron los del PSOE y calla y consiente lo que hacen los del PP.
ResponderEliminarA esa facultad para ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio, en política se suele llamar fanatismo.
No me considero progre, sí una persona de izquierdas y con bastante sentido común, no he callado jamás las medidas populistas del gobierno anterior, pero considero un grave error, achacable quizás a falta de conocimiento de causa, de dónde vienen los males de esta situación presente. Culpar al gobierno socialista de la situación que atravesamos, es un discurso simplista y corto de miras. Y la destrucción del Estado de bienestar no puede ser justificada en prol de la democracia. Demonizar e insultar al "otro" es una actitud muy propia de la derecha y sus prosélitos, al igual que los imperativos dictatoriales, pero es lo que tiene carecer de justificaciones y de argumentos, es lo que tiene tener serrín donde debería de haber un cerebro. A la derecha de este país le va muy bien creando autómatas incapaces de tener pensamiento crítico. Es una lástima.
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