Roberto nos cuenta que George Graham Vest fue un político estadounidense conocido por su argumento de cierre del juicio del perro llamado Old Drum (viejo barríl) en 1870, que lo llevaría a la fama.
Vest representó a un cliente cuyo perro de caza, un galgo llamado "Barril" o "Viejo Barril" (Old Drum), fue asesinado por un vecino granjero y pastor. El granjero previamente había anunciado sus intenciones de matar a cualquier perro que encontrara en su propiedad; el dueño del perro solicitó una indemnización por la cantidad de 150 dólares, el máximo permitido por la ley.
Durante el juicio, Vest declaró que "ganaría el juicio o se disculparía personalmente con cada perro en Missouri."
El argumento final de Vest al jurado, no se refirió a ninguno de los testimonios ofrecidos durante el juicio, en lugar de ello, pronunció un discurso que ha dado en denominarse "Elegía al perro". La "Elegía al perro" de Vest es uno de los pasajes más entrañables en la Historia de los juicios de los Estados Unidos (sólo se conserva un extracto del original):
"Caballeros del Jurado: El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crió con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que están más cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores. El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, se volará en el momento que más lo necesite. La reputación de un hombre quedará sacrificada por un momento de locura o debilidad. Las personas están dispuestas a caer de rodillas para honrar nuestros éxitos, serán los que arrojen la primera piedra, cuando el fracaso coloque nubes sobre nuestro porvenir. El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su PERRO. Caballeros del jurado, el perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo para estar junto a su amo. Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo. Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro sólo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderle contra todos sus enemigos. Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, más allá de la muerte".
Un profundo silencio llenó la sala de audiencias cuando el Dr. Vest terminó. Los hombres del jurado quedaron vivamente emocionados, mientras que algunos integrantes del público prorrumpían en sollozos.
El jurado decidió en forma unánime castigar a Leónidas Hornsby con una multa de 550 dólares (400 dólares más de lo que marcaba el límite legal) y la frase "El perro es el mejor amigo del hombre" se hizo popular para siempre.
Vest ganó el caso y también ganó la apelación ante la Suprema Corte de Missouri. Una estatua del perro se encuentra enfrente de la Corte de Warrensburg, Missouri.
Así es en efecto... cuanto más conozco a los hombres más amo a mi perro... Esta frase, ya un aforismo, es tan cierta como que en el infierno NO HAY PERROS... ESTÁN TODOS EN EL CIELO.
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