Mi hijo Alberto nos facilita esta otra noticia que su amiga Paloma, licenciada en Historia del Arte, ha publicado en la hoja digital canalpatrimonio, y que es de interés para los cántabros:
Desde que la cueva de Altamira fuese declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985 las medidas de conservación han ido aumentando, restringiendo al mismo tiempo el número de visitas. En 2002 saltaron las alarmas con la aparición de unas manchas verdes sobre uno de los bisontes, síntoma de la rápida degradación que estaban sufriendo las pinturas. Ante esta amenaza, el Ministerio de Cultura decidió cerrar temporalmente la cueva, y hasta el momento, sólo se han podido ver réplicas de las pinturas en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira.
Desde entonces, han sido numerosas las voces que se han pronunciado a favor de su reapertura: “No podemos mantener un patrimonio como este cerrado” aseguraba el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla en 2010, cuando el patronato de la Cueva de Altamira se volvió a reunir para estudiar su reapertura en 2011.
El pasado viernes, 3 de agosto, el Patronato del Museo Nacional ha vuelto a reunirse, encargando un nuevo estudio que en septiembre de 2014 deberá resolver si la cueva debe volver a abrirse al público.
Esta vez, sin embargo, parece que el dilema entre políticos y científicos se va diluyendo, ya que los resultados del informe de los expertos “deberán respetarse por encima de cualquier consideración política”, según aseguró el actual presidente de Cantabria, Ignacio Diego.
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