Es hijo de los ya fallecidos Jesús Palacios y Mari Carmen Glez., a la que a veces saludaba por Santander. Guardo de ellos un grato recuerdo, ya que fueron vecinos míos, que vivieron en la entrada del Barrio de Los Millonarios, enfrente del Garaje Nisio, en la casa que hoy ocupa Mendiguchía.
La carta dice así:
Fumad durante el embarazo. Tened a vuestros hijos todo el día entre cintos y sujeciones. Hacedles todo, para no perder tiempo explicando ni esperando a que lo hagan. Dadles fáciles y continuas distracciones, que no conozcan el aburrimiento, ni el silencio. No les hagáis gracias ni cuchufletas. Dejad que se habitúen a las comidas agradables, y que no prueben la fruta. Que coman solos o entre críos; y que no oigan a nadie extenderse sobre nada concreto. No sepáis nada de las personas que los cuidan o enseñan. Que vean la tele mucho, lo que ellos quieran. Nada de leer y escribir, sólo libros sumergibles, desplegables, y líneas cortas en pantallas. Enseñadles que los fallos durante los ensayos son algo gracioso; mejor que no emprendan ninguna afición ni sepan del amor ni del compromiso con nada. No pretendáis que lleguen a ser mejores que vosotros, salvo en vestir y en el éxito social. Ensañadles que la miseria y la muerte son cosas de novelas. Y que los esqueletos, las telarañas, la niebla, el estilo gótico, no son cosas de contemplación y estudio, sino temas de Halloween. No garantizo, así, que salgan tontos, pero será lo más probable.
Es natural que este corraliego de bien se exprese con tanta sabiduría y profunda filosofía... dado que es hijo de uno de los más notable corraliegos que he conocido: Jesús Palacios ( científico, pionero de los Automatismos Industriales -profesor mío-; músico excelente, virtuoso en todos los instrumentos de la Rondalla La Salle Buelna; maravillosos pintor Y EL MEJOR CARICATURISTA QUE HE VISTO EN MI VIDA )... así que muy bien por Adolfo ( su hijo ) y siempre en nuestro recuerdo mi amigo y profesor Jesús Palacios.
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