12 febrero 2013

A MEDIA LUZ

Paulino Laguillo, ante la disminución lumínica del municipio, discrepa con la versión de un posible informe técnico mediante el cual se asegura que la disminución del alumbrado público no es real, sino consecuencia de tal percepción por la población con la implantación del nuevo sistema instalado en calles y plazas del municipio.
Ante tal aseveración, dice, no queda otra que la imperiosa necesidad de que la población de Los Corrales de Buelna deberá acudir con carácter de urgencia al oftalmólogo, pues todo apunta a que insólitamente se ha acortado nuestra vista de forma simultánea.
Es decir, que los vecinos del barrio Juan XXIII, que ya tenían con anterioridad por alumbrado público la intensidad de una vela, y que con el nuevo sistema aplicado ha pasado a ser no mayor que el proveniente de la colilla de un cigarro, están viéndose obligados a deambular por tan poblado barrio con linterna.
También nos comenta que este barrio y su parque está atravesado por un tendido eléctrico y aéreo de alta tensión, aunque quizás el supuesto peligro durante las veinticuatro horas del día poco o nada puede afectar a otros que no sean los propios vecinos del mismo.

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