El pasado miércoles, día 24 de abril, recibió sepultura en el cementerio de Los Corrales de Buelna Miguel Cabrero Ruiz, persona ampliamente conocida y muy estimada en este municipio industrial de Cantabria, como quedó bien de manifiesto en la masiva asistencia a sus honras fúnebres.
“Cabreruco”, como afectivamente se le conocía y llamaba, fue indiscutiblemente en vida una persona inteligente, culta, honesta y valiente, que dio siempre lo mejor de sí mismo en la defensa de los intereses de su pueblo natal, volcándose y desenvolviéndose notable y brillantemente para ello tanto en el plano sindical como político de este municipio del Valle de Buelna.
Delineante de profesión, su gran valía y vehemencia muy patente quizás sobresalieron más en el plano laboral como miembro del Jurado de Empresa de la desaparecida factoría Authi y en su cargo orgánico de la entonces Organización Sindical Española. El cierre de la misma en 1975 y la suspensión del contrato de 2.300 trabajadores fue un auténtico mazazo para el valle y la propia comarca, que entró en un declive industrial apabullante.
Las múltiples asambleas que los trabajadores celebraban en el recinto fabril culminaban casi siempre con manifestaciones silenciosas por Los Corrales de Buelna, lo cual estaba entonces prohibido. En una de ellas se dirigían a la casa sindical de La Pontanilla y a medio recorrido fue interceptada por un destacamento de las fuerzas de orden público, fuertemente armados. El jefe del mismo preguntó enérgicamente a quienes la encabezaban que a dónde se dirigían, contestándole “Cabreruco” muy contundentemente : ¡¡¡ A nuestra casa ¡¡¡. Y así lo hicieron. A esto seguiría la famosa “Marcha de Authi” el día 22 de diciembre, trasladándose los trabajadores andando hasta Santander (casi 40 kilómetros), algo verdaderamente inédito entonces y que tuvo una resonancia nacional e internacional, siendo imitado en posteriores conflictos laborales.
Como bien recoge el libro “Los Corrales de Buelna-Siglo XX”, tan graves acontecimientos “sumieron al pueblo en un largo y profundo pesimismo, creándose un panorama de lo más desolador que dio lugar al éxodo de muchos vecinos a otros lugares”. Pero en este contexto laboral tan negativo, dos personas en las que su sangre tenía por único RH a Los Corrales de Buelna, su pueblo natal, Miguel Cabrero Ruiz y Félix Hinojal García, trabajaron denodadamente en busca de una imprescindible solución a tan arduo problema y lograron conseguirla. Sus gestiones fueron múltiples a nivel regional con el Delegado Provincial de Trabajo, Delegado Provincial de Sindicatos, y Gobernador Civil; simultaneándolas en Madrid con los ministros de Industria, Trabajo, Relaciones Sindicales y Hacienda.
Entre sus logros primero estuvo la declaración del municipio como Zona Preferente de Localización Industrial, trámite preceptivo para la creación del actual Polígono Industrial de Barros. Y a plazo mucho más corto, prioritario y sumamente urgente, la creación de empresas, entre ellas las actuales Mecobusa y Fundimotor, del grupo Nissán Ibérica. Además, desde el Jurado de Empresa y aún perteneciendo a Authi, S.A. (Automóviles de Turismo Hispano Ingleses) promovieron la construcción de un grupo de viviendas en un punto céntrico de la localidad con precios muy asequibles y facilidades para los trabajadores.
En el plano político de Los Corrales de Buelna, “Cabreruco” fue concejal con el anterior régimen político por el Tercio Familiar a mediados de la década de los años sesenta. Instaurada la democracia en España fundó Alianza Popular en este municipio en 1982, siendo vocal después del Partido Popular hasta su fallecimiento. Concejal durante las legislaturas 1995-1999 en la oposición, y 1999-2003 formando parte del equipo de gobierno, tuvo parte muy activa en la instalación de un millar de luminarias en el municipio, con la acertada decisión de que no proyectaran la luz hacia arriba; en la instalación de la red semafórica; apeadero de Renfe en el barrio de Lombera; colocación de paneles metálicos en las calles para fijar carteles: pago de un precio justo y real a los vecinos del barrio de San Juan Bautista afectados por el derribo de sus viviendas por la construcción de la Autovía de la Meseta; mediador muy efectivo en conflictos con la Administración Regional de los vecinos de Cieza y Coó por temas ganaderos y forestales; y entre sus últimas iniciativas como concejal puso especial énfasis, hasta que lo consiguió, en la necesidad imperiosa que tenía Los Corrales de Buelna, con sus 12.000 habitantes, de contar con el actual tanatorio municipal. También fue algunos años Consejero de Caja Cantabria. Prueba muy evidente del afecto que se le tenía con carácter general fue el homenaje que le rindió el personal laboral del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna cuando cesó en el cargo de concejal en 2003.
Quien esto escribe gozó de la amabilidad y buena amistad de Miguel Cabrero Ruiz y en las no pocas ocasiones en que acudió a él como auténtica fuente de información local, siempre, absolutamente siempre, encontró en esta persona a todo un caballero.
Descanse en paz un corraliego de pro.
Paulino Laguillo García-Bárcena
Descansa en Paz Miguelín, quienes gozamos de tu amistad nunca te olvidaremos.
ResponderEliminarNuestras condolcencias para la familia y pueden sentirse muy orgullosos de nuestro querido y admirado "Migelín Cabreruco".
Mis condolencias a la familia, de parte del hijo de Jesús Palacios.
ResponderEliminar