02 junio 2013

LOS MÉDICOS, ALARMADOS POR EL SÍNDROME DE LA ESPOSA IDIOTA

La Sociedad Española de Neuropsiquiatría ha alertado al ministerio de Sanidad para que tome medidas ante una nueva patología que, a pesar de su origen estrictamente cerebral, está demostrando una capacidad de contagio verdaderamente singular y preocupante entre los cónyuges de destacados personajes de la política e incluso de la realeza.
Al parecer, la mayoría de estas esposas de corruptos han pasado a ser idiotas de la noche a la mañana, sin mostrar síntomas previos de estupidez o haber sufrido estados de inopia anteriormente. En todos los casos estudiados, la esposa del corrupto adquiere el síndrome a los pocos minutos de producirse la imputación de su esposo por asuntos de malversación, estafa, prevaricación y cohecho, además de otros catorce delitos de corrupción.
Se cree que el foco original de propagación de esta patología podría estar relacionado con el conocido “incidente del garaje”, en el que la ministra de Sanidad, Ana Mato, quedó terriblemente sorprendida al descubrir que el automóvil Jaguar que dormía habitualmente en el garaje de su vivienda no pertenecía al ratón Pérez sino a su propio marido. Pocos meses después, la misma ministra llegó a pensar que los diez mil kilos de confeti que se vertieron sobre el cumpleaños de su hijo cayeron directamente del cielo, sin pasar ni siquiera por la tienda.
Las afirmaciones de la infanta Cristina, en el sentido de que el dinero para comprar el palacete de Pedralbes había salido de “debajo de unas piedras muy bonitas”, ha hecho pensar a los médicos que el síndrome de la esposa idiota podría estar agravándose espectacularmente.
El síndrome de la alcaldesa idiota y el presidente autonómico idiota podrían equipararse también a esta dolencia en cuanto Rita Barberá y Francisco Camps sean imputados por el caso Nóos.
Fuente: Rocambol

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