29 julio 2013

SAN FELICES DE BUELNA Y SAN FELICES DE BILIBIO

Muy pocas veces y hasta es posible que ninguna se den tantas coincidencias en las cosas fundamentales de dos pueblos con el mismo nombre en España, como ocurre en los casos de San Felices de Buelna (Cantabria) y San Felices de Bilibio (La Rioja).
Habrá que comenzar por la propia etimología de sus nombres respectivos. En el caso del municipio cántabro se debe al santo de veneración desde tiempo inmemorial, San Félix (Sancti Felices), que fue Papa y Mártir. Y en el caso de la aldea que con el mismo nombre dio origen a la actual ciudad de Haro, se trata del anacoreta San Felices, maestro de San Millán de la Cogolla que vivió en las ruinas de un castro romano de la actual Rioja Alta o Riscos de los montes bilibianenses durante sesenta y dos años, teniendo lugar su óbito en el 540, tras vivir casi una centuria.
San Félix, que se venera en la iglesia parroquial de Rivero, es el santo patrono de San Felices de Buelna desde siempre; y San Félix es el Patrón de Haro desde 1644 (Su Cofradía se funda en 1655), levantándose en 1710 la actual y segunda ermita en el propio lugar de su vida y muerte, Riscos de Bilibio y montes obarenses. Dicha ermita y monumento al santo permanecen iluminados durante la noche y pueden verse relucientes en lo alto del pequeño monte desde la autopista Zaragoza-Bilbao. San Felices de Buelna conmemora la festividad de su santo patrono el día 30 de mayo, mientras San Felices de Bilibio lo hace el día 25 de junio. A mayor coincidencia, el municipio del Valle de Buelna celebra el día 8 de septiembre la festividad de su patrona, Nª Sª la Virgen de Consolación, mientras que en Haro se hace lo propio con la suya en la misma fecha, honrando a Nª Sª la Virgen de la Vega.
En tal coincidencia de cosas destacadas y comunes en ambas entidades de población españolas, San Felices de Buelna cuenta con una nueva carretera de circunvalación que une los valles del Pas y de Buelna, así como con el río Besaya y la estación de ferrocarril de Las Caldas de Besaya. Por su parte el antiguo Haro o primitiva aldea de San Felices de Bilibio tiene la Autovía Zaragoza-Bilbao; es atravesado por el Río Ebro y también cuenta con estación de ferrocarril.
Continuando con la abundancia de similitudes, entre las dos elevaciones de San Felices de Buelna está el muy calcáreo Monte Dobra, del que toma su materia prima la factoría torrelaveguense Solvay. Se trata de la piedra caliza (Carbonato Cálcico), del que se obtiene el carbonato sódico (básico para la obtención del vidrio) o Sosa Solvay, así como el cloruro sódico, con una producción de 1.300.000 toneladas al año y destino a los principales mercados del mundo.
En San Felices de Bilibio (Haro) se encuentra ubicada una fábrica de ofitas que produce prácticamente todo el balasto destinado a las vías del AVE. “Ofitas de San Felices, S.A.”, se fundó en 1919 y sus fabricados también se emplean en aglomerados asfálticos (capa de rodadura) además de otras aplicaciones, como son los casos de fundición y fabricación de lana mineral para cristales. Las ofitas se componen en la proporción de un 35% de óxido de hierro, magnesio y sílice, siendo la producción de la empresa, en tres turnos, 200.000 toneladas anuales.
Al asceta San Felices de Bilibio se le atribuyen ocho milagros entre 1090 y 1091, con motivo de la llegada de las reliquias al Monasterio de San Millán de la Cogolla. La Cofradía de San Felices tiene un muy importante archivo documental y gráfico. Cuenta con cierta réplica de un antiguo sello de 1523 que era utilizado en el citado monasterio. También en su día recuperó el castro romano que existe en los Riscos de Bilibio junto a la ermita, colocando en el mismo una placa con la siguiente inscripción: “Ruinas del antiguo castillo Castrum Bilibium”.
Hay un dato muy destacado en la vinculación del pueblo cántabro y el riojano. Nicolás García de los Salmones, ingeniero agrónomo natural de San Felices de Buelna, Grandes Cruces del Mérito Agrícola de España y Francia, artífice de la eliminación de la filoxera a finales del siglo XIX, cuya plaga casi llegó a exterminar los viñedos franceses y españoles, y a quien en el Ministerio de Cultura le denominan “El Sabio”, trabajó varios años en la Estación Enológica de Haro.
Recientemente y como ocurre cada año la ciudad de Haro volvió a ser noticia a nivel mundial, tras la festividad de San Pedro, por su famosa “Batalla del Vino”, cuyos orígenes históricos son una romería en los Riscos de Bilibio. Entre los revolucionarios avances de los medios de comunicación en los últimos tiempos quizás la mayor difusión del evento corre a cargo de internet, que en su revista titulada “WORLD-PARTY.COM”, cuando se refiere a los festivales con mayor resonancia en el mundo, en el caso de España cita los siguientes: LA FERIA DE ABRIL, en Sevilla; LAS FALLAS, en Valencia; SAN FERMÍN, en Pamplona; LA TOMATINA, en Buñol (Valencia); y LA BATALLA DEL VINO, en Haro (Rioja).
“La Batalla del Vino”, anteriormente y durante muchos años llamada “Guerra del Vino”, tiene su peculiar simbolismo. Los jarreros (actuales habitantes de Haro), cuando de muy antiguo constituían la aldea de Bilibio tenían litigios constantes con los vecinos mirandillas (habitantes de Miranda de Ebro) en la zona de los Montes Obarenes por la disputa de los pastos del lugar en el que se ubican los Riscos de Bilibio y los restos del castro romano, donde después se erigió la ermita en honor a San Felices. Este conflicto entre los concejos de la zona se prolongó mucho en el tiempo, dictando sentencia Alfonso VI en el año1099; pero la misma no fue resolutiva y los litigantes volvieron a acudir con igual motivo a la Corte en 1176 al Rey Alfonso VIII, produciéndose idéntico resultado. Pasarían cincuenta años y el pleito volvió a reproducirse, acudiéndose en esta ocasión al dictamen de Fernando III “El Santo”, que logró finalizar las disputas por medio de “Carta Ejecutoria” de 24 de abril de 1237, posteriormente ratificada por su nieto el Rey Don Sancho el día 10 de agosto de 1288.
Tales decisiones reales fueron la base para que en 1290 el Merino Mayor de Castilla, Sancho Martínez de Leiva, dictara sentencia estableciendo los límites y propiedades de los Riscos de Bilibio y los aledaños Montes de Herrera, sentencia que decía así: “”Cada año en las fechas del 29 de junio , festividad del Apóstol San Pedro y el primer domingo del mes de septiembre, la villa de Haro, con el Concejo, Justicia y Corregimiento al frente, diese fe de su propiedad en dichos montes, límites y pastos, y para ello habrá de colocar el pendón morado de la villa, que izará el regidor síndicoe funciones de Alcalde Mayor, en lo más encumbrado del risco y de no hacerlo así, la tal propiedad, montes límites y pastos, pasara a la villa de Miranda de Ebro…”.
El día 22 de septiembre de1968, Alfonso Verde Echaide, natural de Haro, funcionario de carrera del Ministerio de Cultura, periodista y autor del ímprobo trabajo sobre todo de investigación que representa la biografía de San Felices de Bilibio, obra patrocinada por “Bodegas López de Heredia”, se refería en “La Gaceta del Norte”, así como a través de algunas agencias de prensa españolas y extranjeras, a una repetición de la “Batalla del Vino” a petición de los Norteamericanos. Y lo hacía así: “Una agencia publicitaria norteamericana, seleccionada por el Ministerio de Información y Turismo para recoger las fiestas más típicas y coloristas de España, filmará hoy en los Riscos de Bilibio de Haro, la célebre “Batalla del vino”. Como se sabe esta fiesta tiene lugar el 29 de junio y creemos que es la primera vez en su historia que se va a celebrar “en segunda vuelta” y con fines publicitarios, Este simulacro tendrá, naturalmente, todos los requisitos de la auténtica “batalla”. Así, se ha dispuesto que hoy a las 10,30 de la mañana salga de la Plaza de la Paz un autobús para aquellas personas que deseen presenciar o intervenir en la “batalla”. Además participarán representaciones de todas las peñas jarreras, a fin de dar mayor autenticidad y realismo a las imágenes que se filmen. Según se nos ha informado de fuente oficial, las tomas principales serán a base de primeros planos. Se pretende conseguir unos “spots” publicitarios y unas diapositivas de las cuales parece ser que se confeccionarán diversos carteles de tan incomparable “Batalla del vino”.

PAULINO LAGUILLO GARCÍA-BÁRCENA Miembro del Centro de Estudios Montañeses y de la Sociedad Cántabra de Escritores)

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