18 noviembre 2013

NUEVO Y EMOTIVO ENCUENTRO DE LOS TÉCNICOS DE CABLES DE TREFILERÍAS QUIJANO (PAULINO LAGUILLO)

Entre las coincidencias curiosas que se dan en la vida, acaba de darse una en Los Corrales de Buelna muy digna de resaltar por estar directamente relacionada con la industria por la que desde hace muchos años se caracteriza este municipio cántabro.
El tema de fondo son los cables de acero que durante más de medio siglo se fabricaron en las Forjas de Buelna, en su mayor parte para la exportación y muy demandados en tan dilatado período de tiempo por sectores económicos tan importantes como la minería, pesca, teleféricos, ascensores, ejército de mar y tierra, infraestructuras viarias, invernaderos, etc.
Desde 1928 en que se iniciara su fabricación en la factoría fundada en 1873 por José Mª Quijano y Fernández-Hontoria en lo que pasaría convertirse en buque insignia de la Comarca del Besaya y de la propia Cantabria, los cables de acero constituyeron siempre el producto estrella de sus múltiples fabricaciones, gozando de gran demanda en todo momento por su excelente calidad y fiabilidad.
Ello fue posible gracias a unos trabajadores altamente especializados en la elaboración de dicho producto, junto con una magnífica plantilla de técnicos muy valorados dentro del centenario complejo fabril de Los Corrales de Buelna, cuya actividad de trefilería y laminado del acero pasó a ser casi la primera de España durante la segunda mitad del siglo XX.
Dicho grupo de técnicos tuvieron siempre como valores personales que su condición de compañeros de trabajo fue siempre más allá del plano laboral, pasando a convertirse en buenos amigos. Tras su jubilación vienen manteniendo anualmente un encuentro fraternal en el Casino de Los Corrales de Buelna, edificio que además de su carácter social contiene la historia de haber pertenecido a un hijo del fundador de las Forjas de Buelna y Sociedad Anónima José Mª Quijano, y con anterioridad a una familia noble de esta localidad de apellido Fernández del Castillo. Uno de sus miembros pasó a Méjico y murió en la Alhóndiga de Guanajuato durante la defensa de dicha ciudad durante la revolución y en defensa de la Corona de España, extendiéndose desde entonces este apellido por todo aquel territorio a través de sus descendientes.
El encuentro del presente año de los técnicos de cables de la actual Trefilerías Quijano, S.A. también ha tenido su pequeño pasaje histórico. Casi coincidiendo con su comida en el Casino de Buelna se recibía una contestación del teniente de navío y jefe de maniobra y armas del Buque Escuela “Juan Sebastián de Elcano”, contestando acerca de la pregunta que se le había formulado durante su visita a Santander a comienzos del mes de julio, acerca de si los diversos cables de acero que incorporaba el barco habían sido fabricados en Los Corrales de Buelna.

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