06 febrero 2014

EDUCACIÓN CÍVICA

A los padres, abuelos o cualquier otro familiar de los alumnos del colegio El Salvador, sito en la Avenida de Solvay de Barreda, que pretendan llevarlos andando al colegio, además de las normales dificultades climatológicas, hay que añadir la inexistencia de una acera, durante algunos tramos del trayecto, que facilite el acceso al mismo. Pero no acaban aquí las vicisitudes ya que los valientes que se atreven a hacerlo deben sortear infinidad de excrementos que no retiran los “cívicos” propietarios de perros, contribuyendo todos estos incidentes a propiciar una mala educación social, especialmente a los múltiples alumnos que tienen que soportar todos estos inconvenientes.
Está visto que aquellas personas que, respetando el medio ambiente, tratan de educar a la juventud utilizando racionalmente el coche, evitando además los clásicos embotellamientos a las entradas y salidas de los colegios, cada vez lo tienen más difícil.
A. José Salas, en Cartas al Director, del Diario Montañés

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