Pasa el tiempo y sigo comprobando que no son escasas las personas que valoran como se merece el hecho de que llueva: al contrario, lo que más se oye a poco que llueve es ‘bah, otra vez’. Creo que eso solo puede interpretarse como egocentrismo, hedonismo y nula conciencia medioambiental. En Cantabria seremos buenos en donar sangre y cuotas a Cáritas, pero en respeto al medioambiente parece que nadie ha tenido padres o abuelos que se dediquen al campo, o si los tuvieron, pronto lo han olvidado. Y la lluvia no solo es necesaria para aprovechamiento humano, también para los animales salvajes, los montes, para mantenimiento del ecosistema. ¿Sabe la gente lo que es eso? Decía San Pablo ‘ama y haz lo que quieras’. Si hubiera amor a la naturaleza no habría que hacer educación medioambiental, luego para nada por lo que veo. Se dice que esto son ingenuidades, porque son los poderes e instituciones quienes más maltratan al medio, pero sin la acción de la sociedad también cae todo por su base.
Adolfo Palacios González, en Cartas al Director de El Diario Montañés.
Nada pidamos a los Poderes Públicos. Lo que debemos hacer, todos los ciudadanos, cada uno en su parcela, es ¡predicar con el ejemplo!... Si todos lo hacemos, nada importará lo que hagan o dejen de hacer los políticastros de turno.
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