La diferencia radica en que uno es catalán y el otro no. Con los catalanes siempre se ha tenido un trato preferencial que no solamente no han sabido valorar sino que, haciendo gala de un ventajoso victimismo han sacado siempre tajada para, de forma desagradecida e insolidaria, declararse más tarde independentistas. Si a esto añadimos que posiblemente el catalán sepa más de la cuenta y que a nadie le interese que tire de la manta, tenemos solucionado al dilema.
1 comentario:
La diferencia radica en que uno es catalán y el otro no.
Con los catalanes siempre se ha tenido un trato preferencial que no solamente no han sabido valorar sino que, haciendo gala de un ventajoso victimismo han sacado siempre tajada para, de forma desagradecida e insolidaria, declararse más tarde independentistas.
Si a esto añadimos que posiblemente el catalán sepa más de la cuenta y que a nadie le interese que tire de la manta, tenemos solucionado al dilema.
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