Llevamos ya varias cartas con el polémico cambio de nombre del IES Orbe Cano. Nada que objetar al cambio. La comunidad educativa, el Ayuntamiento y la Consejería de Educación son quienes tienen todos los derechos y lo que decidan será correcto y democrático. La sociedad cambia, evoluciona, los planes de educación también y por ello los profesores deben actualizar su metodología y desempeñar su docencia acorde con lo que los alumnos necesitan para integrarse de forma natural y no traumática en el mundo que les toca vivir.
Lo que no parece acorde a lo que se pretende predicar, el cambio a nombre de mujer simplemente por el hecho de tener nombre de hombre. Resulta patético que el profesor del centro Juan Carlos Rojas caiga en críticas caducas, casposas y trasnochadas sobre lo que él piensa que pueden ser posos franquistas. ¿A santo de qué hay que sacar tipos de gobiernos, fusilamientos, nombres de otros centros, etc.? Yo podía pensar que sus pensamientos provienen del leninismo podemita o de los posos que su apellido transmite, pero yo o voy por esos derroteros típicos de acomplejados que constantemente sacan a colación para hacerse notar y apoyarse en ello para ganar simpatizantes.
La mayoría de los españoles nacimos después de una triste y desgraciada guerra civil hace 80 años y también después de un régimen dictatorial. Eso es agua pasada. Como padre me sentiría preocupado que impartiera clase con esa forma de pensar y ese tipo de pedagogía a mis hijos. Es hora de cambiar el guión y ese discurso rancio y adoctrinador y centrarse en los valores que hagan de los alumnos personas capaces de adaptarse a las demandas de la sociedad actual. Los alumnos y la sociedad lo agradecerán.
L.Ángel Pérez, en Cartas al Director, de El Diario Montañés
Completamente de acuerdo con Vd., Sr. Pérez. Yo no lo hubiera dicho mejor.
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