La imagen de una perra sosteniendo con la boca el cadáver de su cría calcinado en el incendio forestal de Chandebrito en Nigrán (Pontevedra), se convirtió en todo un símbolo de la desolación producida por los incendios en Galicia.
Sin embargo, la historia que se esconde tras la foto no es exactamente como se ha contado en un primer momento. La perra no es una hembra, sino un macho de 15 años y medio ciego llamado Yaqui, y lo que llevaba en la boca no era su cría, sino un conejo que acababa de cazar y que fue a enterrar en un campo cercano "con la intención de hacer acopio de comida".
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