El principal motivo de esta prueba solidaria era recaudar alimentos para la Cruz Roja, y siempre que hay una cita de estas características la asistencia suele ser masiva, cifrándose en 2000 los participantes, según la organización. Además acompañó una tarde preciosa que ha supuesta una tregua en el mal tiempo reinante últimamente, con una temperatura de 15º C, que hizo que los numerosos participantes disfrutásemos de los 3,5 Km. del recorrido.
En esta ocasión el tiempo realizado en cubrir la distancia es lo de menos, pero lo que sí supuso para mí un motivo añadido de satisfacción es que participamos dos generaciones, ya que esta vez pudo acompañarme Alberto, uno de mis hijos que está pasando unos días aquí y que es con quien comparto la imagen de la llegada.
¡¡Mañana nos vemos en la San Silvestre corraliega!!
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