04 marzo 2018

SOLEDAD

Soy una mujer de 48 años que se ha reciclado para encontrar un trabajo y estoy haciendo prácticas de auxiliar de enfermería en un hospital de Cantabria. Escribo para contar mi experiencia en una planta de medicina interna con una media de edad de pacientes de 75 años. Aquí, en España, hay mucha soledad: he visto perpleja cómo ancianos pasan días y noches solos. Unos porque no tendrán familiares cercanos; otros porque sus familias deciden que están en buenas manos y que las auxiliares los atendemos. He tenido la mala suerte de ir a cambiar un pañal y hacer un cambio postural y darme cuenta de que ese paciente ‘nos estaba dejando’ y su esposa, una octogenaria como él, no estaba en ese momento. No sé si uno se acostumbra a esto. Yo me imagino siempre que cualquier paciente podría ser un ser querido mío y quisiera que le dieran cariño. Nuestra sociedad tiende a ser vieja y siento decir que habrá ‘epidemia de soledad’ No los abandonemos que ellos nos cuidaron. Qué menos que recibir a la muerte de la mano de alguien de tu familia. Mi mano estará mientras yo esté, pero mis prácticas (sin remunerar) terminarán y vendrán más pacientes solos.
María Teresa de Cos Gómez en La Carta de la Semana de XLSemanal

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