Laura y yo quisimos celebrar el lunes la festividad de Santo Toribio asistiendo a la Misa del Peregrino en su propio monasterio, sin esperarnos las distintas dificultades que tuvimos que sufrir. Teníamos previsto ir andando desde Potes al monasterio, pero los múltiples retrasos que tuvimos que padecer hizo que desistiésemos del paseo, para tratar de llegar en coche hasta arriba.
El desfiladero de la Hermida es un embudo que requiere un acondicionamiento de la carretera que están llevando a efecto ahora, con lo que nos encontramos varias retenciones por este motivo. Han transcurrido 11 años desde el anterior Año Jubilar y tiene que ser precisamente este otro Año Jubilar, en el que la asistencia es multitudinaria, cuando se decidan a acometer estas obras.
La incompetencia de nuestros dirigentes políticos ha alcanzado límites insospechados ya que para rematar los despropósitos, en esta última semana de peregrinación en que se prevén asistencias masivas, no se los ha ocurrido otra cosa que asfaltar el tramo entre Tama y Potes, con lo que los retrasos y la caravana alcanzaban dimensiones inimaginables.
Una vez en el santuario continuaron los despropósitos. El monasterio estaba lleno durante la misa, por lo que los que algunos debimos permanecer de pie. De ello se encargó una voluntaria que, con una actitud inflexible, un excesivo protagonismo y un prepotente remango, no nos permitió sentarnos en unas escaleras que hay a la izquierda del templo, priorizando la brillantez de los actos litúrgicos en vez de poner el acento en las necesidades reales de los peregrinos. Esta persona se encargó de tener las escaleras despejadas, impidiéndonos sentarnos, en una poco caritativa actitud, tratándose de personas mayores, que hubiesen agradecido unos minutos de descanso.
La parte positiva la puso la naturaleza que nos propició un precioso día, que aprovechamos a disfrutar dándonos un paseo por Potes.
Esperemos que para el próximo Año Jubilar que tendrá lugar en el 2022 se hayan solucionados estos problemas.
Las feministas ya han logrado totalmente la igualdad... puesto que ya tenemos el mismo número de hombres gilipollas, que mujeres idem... Para muestra, esa estúpida que os impidió sentaros en el único lugar donde os podríais haber sentado.
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