Creo que hace años que no se oye hablar de fracaso escolar como antes. Al respecto he preguntado a docentes y legos, y no todo el mundo está de acuerdo en esta afirmación, pero la mayoría sí. Tomándola por válida, se podría explicar de varias maneras: modas en la educación, interés de las autoridades por ocultar, diversificación y ampliación de la atención educativa, desvío del foco desde el suspenso al abandono escolar ….
Pero pienso que la idea de fracaso escolar no debería abandonarse, ni dejar de estar de actualidad; hace falta seguir señalando, y con precisión, cuantos alumnos no alcanzan los objetivos estándar (no los que su adaptación curricular les haya llegado a fijar), a ser posible en todos y en cada uno de los niveles educativos.
Cuando se habla de si los niños aprenden más o menos ahora que antes o que cada vez hay más niños con dificultades, o se dice que en Finlandia los alumnos de desempeño superior son más porcentaje que en España y en España son más porcentaje los de desempeño inferior que en Finlandia; la noción de fracaso escolar sigue siendo oportuna.
Podemos pretender que la escuela sirva para fomentar la creatividad, o la igualdad, el ejercicio físico, incluso la revolución, pero necesitamos saber cómo están nuestros jóvenes en redacción, dibujo o cálculo mental. Y si ya no lo necesitamos, que nos lo digan claramente.
Adolfo Palacios, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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