El Tiempo en Corrales de Buelna,Los

11 noviembre 2018

HECHO EN CORRALES

1 comentario:

Adolfo Palacios dijo...

En el Corrales de mediados de siglo se veían numerosos signos de laboriosidad e ingenio. Y el paradigma era, creo, Don Guillermo, que no sé si adrede fue destinado al Corrales de aquella época, pues cuadraba como anillo al dedo con el ambiente del lugar, al que él sin duda contribuyó a reforzar.

Don Acilino no tenía buena opinión de Don Guillermo; y pude comprenderlo. Eran dos visiones distintas de lo que debe o puede ser la acción de un cura sobre la feligresía. Quizá, para un sacerdote estrictamente religioso, lo que cuenta en la acción de un cura es su misión de enfatizar los sacramentos, avivar la fe en el más allá, suscitar la meditación del Evangelio, favorecer la confesión, y mantener al "rebaño" en unidad con la jerarquía romana. (Yo, que nunca fui muy religioso, traduzco todo esto como "atraer nuevos contribuyentes a la causa y la hacienda de la Iglesia").

Don Guillermo era más de mi talante, porque era una persona humanista, culta, laboriosa, muy secular, al menos en un primer acercamiento; no es extraño que a mí me gustase más. Y va en línea con eso del tractor, como va en línea con todo tipo de artilugios que hemos visto crecer en la fábrica y fuera de la fábrica en Corrales, junto a otras muestras de ingeniosidad como son los cerramientos de jardines, las decoraciones en las fachadas, los deportes (ojo al "mini-castell" que montaron en el estadio a finales de los cincuenta), las manifestaciones folclóricas, las grabaciones y montajes de vídeo y de audio...

Yo, que me crié en Corrales, pensaba -pobre de mí- que toda España era así. Algunos, que han salido de Corrales y han ganado luego buenos sueldos en Barcelona, Valladolid o donde sea, dicen que en Corrales vivíamos peor "que en el resto de España". No voy a ser triunfalista con Corrales, porque conocí a un profesor de instituto -de Santander, a finales de los años ochenta- que había estado en varias localidades dando clase, y me decía que los alumnos que había conocido en Corrales, destacaban, a sus ojos, por ser muy ignorantes...

Otros decimos que no, que vivíamos mejor que en el resto de España (eso fue lo que me pareció ver en la "mili", en Aragón, cuando creo que tuve una muestra del panorama nacional), y que ojalá aquel Corrales industrial y musical, nacional-catolicista y tardofranquista, hubiera sido el paradigma del resto de la patria.