Todos conocemos las múltiples ventajas del trabajo en equipo y para muestra nos sirve esta imagen en la que se está construyendo la jaula para pájaros que adornó el jardín interior de la Escuela de Aprendices. En la misma trabajan en armonía tres estamentos fundamentales en la formación académica: el estamento eclesiástico, formado por los hermanos Anselmo y Lorenzo; junto a ellos Antonio González, el profesor de taller, y los alumnos Fernando Glez. Cuétara y Francisco Fernández.
La mejor forma de enseñar es predicando con el ejemplo.
1 comentario:
Recuerdo aquella gran "jaula" que había en el patio de "Los hermanos" (yo nunca la concebí como jaula, sino como un recinto-museo vivo; habría que ver, claro, qué opinaban los pájaros). La echo en falta cada vez que miro hacia allí dentro, como echo en falta tantas cosas de aquel Corrales, o cosas que las hubieran sustituido con dignidad, al menos. En lo tocante a la colaboración de los "estamentos", puedo decir que yo estuve de maestro en un colegio de Sevilla, colegio de niños de clase media-alta, y una vez me encaramé a una mesa de alumno, que había sacado al patio, para arreglar por mí mismo una canasta de baloncesto, porque nadie la arreglaba o porque vi fácil y rápido el arreglo, vaya; y un grupito de tres o cuatro niños me rodearon y decían "Adolfo albañil", porque me estaba saliendo de mis funciones profesorales. No era, no, que apreciasen mi polifacetismo. Quizá el profesorado anterior a mí tampoco había hecho mucho por "rebajarse" ante la mirada de tan clasista clientela. En aquel colegio también vi que, a la vuelta de una excursión, un padre se negó a empujar el autobús, que se había quedado sin gasolina poco antes de llegar al colegio. (Pero mi opinión de los sevillanos es positiva, ¿eh?).
Eso era una cosa buena de Corrales, que se valoraba el trabajo manual; cosa que, según se dice y debe de ser verdad, no es muy española (será por lo de los hidalgos y tal).
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