Tuve un alumno que estaba convencido de que era un líder, y como tal se comportaba cada día, pero en realidad no le hacía caso nadie, así que su actitud era un ridículo diario. Cuando los mimbres necesarios para la realidad deseada no existen, la retroalimentación grupal genera no más que un delirio colectivo; más valdría, entonces, estar solos. En Cataluña, nos sabemos ya la historia, de tan vista, de simularse la ruptura efectiva a base de acciones al estilo del Barón de Münchhausen, aquél que decía haber salido de un hoyo a base de tirarse fuerte de los pelos; con actos, símbolos y estructuras supuestas y paralelas, que cuando no es la Crida es la Asamblea de ayuntamientos, y cuando no los CDR, todo porque la aritmética de los votos, y la función legítima de las instituciones, no da más de lo que da en un Estado moderno, real. Que ya sabemos que lo de la acción directa es una buena idea, del anarquismo, pero que es como lo de la yihad, del Islam, que admite distintas interpretaciones y que hay que gestionarla con madurez, como el propio anarquismo sabe.Y se me antoja también un poco como lo del lábaro por esta tierruca, sin querer faltar a nadie, pero es que yo quería poner a la Bien Aparecida en lo alto del emblema, porque también suscita muy extendida devoción, pero por lo visto este tipo de apoyo popular no vale.
En fin, que lo veo todo ello como veíamos a Snoopy, aupado en lo alto de su caseta, con unas buenas gafas creyéndose ser piloto de avión de combate, que es lo que él sin duda quiere; pero qué se le va a hacer. Las cosas no dan para más.
Adolfo Palacios González, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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