10 febrero 2019

EL RIO MURIAGO Y EL PUEBLO DE LOS CORRALES

Es posible que actualmente, cuando hablamos del río Muriago, una parte de las personas que habitan en el pueblo de Los Corrales, no sientan lo que sentimos aquellos que hemos vivido en el pueblo desde los años 50 del siglo pasado hasta nuestros días. Hay que tener en cuenta que la población de Los Corrales creció de manera importante desde los años setenta del siglo pasado, gente que venía de fuera y, por otro lado, hay una población nacida una vez que se produjera la transformación del pueblo por la burbuja inmobiliaria. Muchos no conocieron el río Muriago en su esplendor. Ahora conocen un cauce totalmente canalizado, marcado por la intervención del hombre, sin ninguna especie viviente, con muchos restos de basura, de botellas, plásticos, etc. La visión actual, difiere drásticamente de la que nosotros tenemos de nuestra infancia y el papel que el río Muriago jugó en nuestras vidas.
Por otro lado, también es cierto que si miramos los periódicos de los últimos años, o si nos dirigimos a la página web de algunas de las formaciones políticas que existen en el pueblo, es muy frecuente observar referencias a los problemas ocasionados por las crecidas del río Muriago o la situación de abandono en que se encuentra su cauce, lo que va a favorecer los destrozos que causa el río todos los años. Unas veces los partidos que critican están en la oposición y otras veces están dirigiendo el Ayuntamiento, en cualquier caso, la culpa lo tienen los demás. No es una crítica, nada más lejos de mi intención, simplemente hago una exposición que cualquiera puede observar leyendo lo que está escrito y está en las redes de internet.
En todo caso, lo que es cierto es que el río ha tenido un cambio radical en su discurrir por el pueblo de Los Corrales, fundamentalmente, a partir de los años de 70 del siglo pasado, debido al aumento de población y la necesidad de construir nuevas viviendas. Ya no serán casas unifamiliares con su pequeña huerta y su corral para las gallinas, ahora serán pisos de cuatro o cinco alturas o incluso más, que se van a concentrar en las proximidades del río Muriago, en zonas anteriormente dedicadas a la explotación agrícola-ganadera, en las que no había apenas construcciones. A este desarrollo urbanístico que ha tenido el pueblo, hay que añadirle el desarrollo de la industria que se ha ido incorporando en la zona del polígono de los pueblos de Barros y San Mateo, además del cambio que introdujo la construcción de la autopista que une la Meseta con Santander. El desarrollo urbanístico afectó radicalmente al río Muriago, y la construcción de la autopista trajo consigo la destrucción del monte Fresneda y en buena medida la zona del nacimiento del río.
Los que tuvimos la suerte de vivir en los años sesenta en el conocido Barrios de los Millonarios, hemos podido hacer la vida en contacto permanente con el río Muriago. Desde pequeños nos desplazábamos por el río hasta subir por el prado de Camisón, hasta los montes, donde pasábamos a recoger madera, castañas. En el margen del río, se reunía en ocasiones la familia para comer o merendar, procurando que el dueño de las fincas fuera conocido. En el río, en verano nos bañábamos en sus aguas. Puede parecer extraño, pero es cierto. Se lo podemos preguntar a Jacinto, un enorme jugador del balonmano de nuestro pueblo, que jaleado por todos nosotros se lanzó a un pequeño pozo, y apareció con una gran brecha en la cabeza. En el buen tiempo pescábamos peces, ranas, veíamos volar a las libélulas azules, los caballitos del diablo, los zapateros, … Ahora eso es impensable.
Cuando venía el invierno, las cosas cambiaban, pero no por eso dejábamos de disfrutar de nuestro río. Las cunetas estaban presentes en todo el barrio, por allí circulaban las aguas del río. Había una cuneta que era lugar de encuentro de los chavales cuando el río crecía. Era la cuneta que iba por toda la primera fila, pegada a la pared de los prados y que al llegar a la finca de Don Celedonio, cogía una especie de tubería enterrada, seguía a travésde la carretera que iba hasta la casa de Sarito y la finca de Tivo. Aquí chocaba con la pared de la finca del Pasiego y se acentuaba el problema de las inundaciones. En la cuneta que iba del río hasta la finca de D. Celedonio, se convertía en una rápida corriente en la que nosotros organizábamos carreras de barcos de papel u otros objetos, corriendo nosotros de tras de ellos para evitar que se quedaran anclados en cualquier hierba o zarza. No teníamos móviles ni videojuegos. En todo caso disfrutábamos con los amigos del barrio, y el río era una fuente de diversión, no costaba nada.
Pero no siempre era tan agradable. En ocasiones, muy frecuentes, se producían terribles inundaciones del río, que las sufrían los vecinos que vivían en Pendio y también los que vivíamos en el barrio y, por supuesto, los que vivían en el puente de la Botica, en el barrio de la Turquía o el barrio de Los Palacios.En el barrio de Los Millonarios, muchas veces tenían que venir las carretillas de la fábrica para llevar y traer a los obreros para trasladarlos al puesto de trabajo o a sus casas. Muchas veces, veías a todos los vecinos colaborando rompiendo los bloques de las paredes para que salieran las aguas de las fincas, para que no se anegaran los gallineros, o las cuadras que entonces existían en el barrio. Las personas corríamos peligros, pero las gallinas, los conejos, los cerdos, las vacas que había, podían ser las primeras en sufrirlo, y no podemos olvidar que en aquellos momentos eran una aportación económica importante. Pero no todo eran problemas esos días, en nuestra inconsciencia infantil disfrutábamos porque no había que ir al colegio. En fin, tiempos pasados que vivimos directa e intensamente.
También es cierto que el río Muriago, cada cierto tiempo, nos recuerda la capacidad de influencia negativa que tiene sobre los vecinos que residen en sus cercanías. Hace no muchos días hemos visto y sufrido algunas de las consecuencia de vivir en sus proximidades.
El río Muriago nacía en la zona de la cueva del Moro y se desplaza de Sur a Norte, hacia el Oeste por todo el pueblo de Los Corrales, y desembocaba a través de la mies de Arduengo, en el río Rebujas situado en el pueblo de San Mateo. Actualmente la confluencia de los dos ríos se sitúa al Norte del Circuito de ciclismo, atravesándolo. Es decir, en la zona Sur del Polígono, en la parte correspondiente al pueblo de San Mateo.
Bien, hemos hecho una visión general del río Muriago desde nuestros días hasta los años 50, más o menos, del siglo pasado. Pero como venimos haciendo siempre en el conocimiento de nuestros pueblos y municipio, trataremos de adentrarnos en las Actas municipales del Municipio de Los Corrales de Buelna, para ver que dicen del río.
Antes de nada, hay algo que me ha llamado la atención, a partir de una conversación mantenida con el Sr. Nicolás Campuzano. ¿De dónde viene el nombre de Muriago? Nunca me lo había planteado. Pero lo cierto es que al “investigar” en internet encontré una persona, escritora, creo que corraliega, que publica cuestiones históricas, y que parece que tiene un enorme conocimiento de la etapa medieval y los tiempos modernos. Es la Sra. Sonia Ruiz. Está persona nos indica que en el Apeo de la Iglesia de San Pedro de Cervatos se refiere a dicho río con el nombre de “Moriado”. Incluso plantea la posibilidad de que el nombre de Muriago proceda de un rey moro que se convierte al cristianismo. Éste se llamaba AJÍ MURAD y de aquí se puede haber derivado el nombre de Muriago. ¿Mi opinión?, no me atrevo a valorar, pero ahí está la suya. Si alguien tiene interés, entre en internet y busque La historia de Don Quijote: CERVATOS. Leer detenidamente las cuestiones que se le plantean desde la Peña Rebujas, y nos permite acercarnos a los argumentos de dicha autora.
Pero la duda sigue. Recordando la información del Sr. Nicolás, me centro en ácido muriático, que él consideraba que podía ser el origen del nombre de Muriago. Como uno no es de Ciencias, miré el diccionario y dice lo siguiente: “muriático: se conoce también como aguardiente de sal”. También se dice que muriático, etimológicamente procede del latín “muria”, salmuera. A su vez este término salmuera significa: agua con una concentración de sal superior al 5% disuelta. Por encima de esta concentración de sal, la vida animal no puede existir. Es curioso, estando una de las muchas “vinotecas públicas” que existen en pueblo, en la que los vecinos vamos a quitar la sed, a leer el periódico y a charlar de temas distintos, el futbol, la política, el trabajo, el tiempo…, se me ocurrió preguntar a uno de los usuarios de la “vinicoteca” si le sonaba algo “la presa de Los Nogalucos”. Automáticamente hubo varias intervenciones, pero nadie conocía la presa. Pero, lo más interesante fue que la primera persona a la que pregunte, el Sr. Pedro Luis Arce, me hizo la siguiente pregunta: ¿te suena algo “muriático”? y acto seguido me indicó que provenía de la sal que se producía al recorrer el agua las rocas calizas que hay en la zona. En definitiva, dos personas del pueblo me habían llevado a la misma conclusión.
Por tanto vendría a suponer que nuestro río Muriago era un río salado. Volvamos a lo que manifiesta Doña Rosa Díaz: “…ir a saltar el río Muriago era una de las diversiones de los adolescentes de mi generación y edad, y nos gustaba ver como se comportaba el jabón, cortándose, por ser de agua salada.” Primera noticia del agua salada del Muriago. Hace también un tiempo, hablando con Sr. Villamuera, de todos conocido, me preguntó que si el río Muriago sabía a sal, pues eso había oído alguna vez, pero que ahora no estaría dispuesto a comprobarlo, dado el aspecto actual del río. Yo le contesté que sí, que de pequeño cuando subíamos a coger castañas, buscar varas para las alubias o simplemente buscar varas de avellano para hacer nuestros arcos y flechas, había bebido agua en el río y sabía a sal. Días más tarde, cuando ya estaba con el problema, me encontré con el Sr. Rivero, que toda su infancia la pasó en la casa que hay en al inicio de la subida a la Contrina. Le pregunté si era cierto que el agua del Muriago sabía a sal, su afirmación fue tajante: Sí. Pero hizo una matización, el sabor a sal desaparecía hacía determinada zona del río. Otro día estuve hablando con Sr. Nando, caminante conocido en el pueblo, dedicado antes de su jubilación a la atención de sus clientes y a la colección de números de lotería, y centrado, actualmente, en el conocimiento de montañas, me confirmó que efectivamente siempre se había hablado que el agua del río Muriago tenía un sabor salado.
Por tanto, parece ser que el río Muriago tenía un cierto sabor a sal. Un problema resuelto, pero quedan otros. Si el río tenía presencia de sal no debiera haber, como dice el Sr. Nicolás, ningún tipo de pesca. Pero esto no concuerda con lo que me han comentado y presenciado directamente. Muchas veces, cuando éramos pequeños solíamos acompañar a Tinín, tío de Agustín, mi amigo, a pescar al río Muriago. Me acuerdo, que una tarde, salimos los tres de pesca con un caldero, regresamos con medio caldero lleno de truchas cogidas a mano, anguilas cogidas con tenedor y cangrejos. Años más adelante, habiendo vuelto al pueblo durante un período vacacional, nos dirigimos mi amigo Agustín y yo a pescar con caña al río Muriago; aproximadamente donde hoy están los bomberos, Agustín pescó una trucha de tamaño medio. ¡Qué cara de felicidad! Agustín me confirma que él, su padre y su tío las capturaban en la parte de arriba del río utilizando “cuerdas”. Igualmente el Sr. Nando, me dice que el cogía los peces y los cangrejos al lado del puente Nogalejas, en la zona del garaje Maquea.
Según todo esto, el río Muriago tenía un cierto contenido de sal y también había especies piscícolas abundantes y variadas, por tanto debemos pensar que la cantidad de sal sería menor del 5%. Puede ser una posibilidad, que explicaría lo que indicaban el Sr. Nicolás y el Sr. Arce sobre el ácido muriático. En cualquier caso, todos lo hemos conocido como Muriago, que este nombre se derive de Moriado, de Ají Murad, o de Muriático, se lo dejamos a los especialistas.
¿Pero que nos dicen las Acta municipales del Ayuntamiento de Los Corrales del río Muriago? En principio, decir que las referencias al río Muriago, en las Actas de los años que van de 1835 hasta 1935, son en total 62; por otro lado, son los años 1931 a 1935 donde encontramos las mayor parte de las referencias, que se concretan en 47 alusiones al río Muriago. Los motivos que provocan la aparición del río en las Actas, son básicamente tres: 1) el mantener la anchura del cauce del rio; 2) la limpieza del río, con el objetivo, por una parte el favorecer el flujo de las aguas del río sin que se produzca embalses, sobretodo cuando existan avenidas; por otra lado cortar los malos olores que emanan en algunas zonas del pueblo; y 3) la construcción y posterior reparación de los puentes que hay en el trayecto del río através del pueblo de Los Corrales.
Vamos a ver que conocimiento obtenemos de las Actas.
a) El cauce del río Muriago. Las primeras referencias al río Muriago se manifiestan en las Actas del 1837, en concreto dos actas, a principios de año, en las que se manifiestaque algunos de los vecinos que tienen tierras en la zonade Pendio, están provocando alteraciones en el cauce del río, generando malestar entre el resto delos vecinos del pueblo, de aquí que la Corporación pida al Alguacil José Cueto que comunique a los dueños o arrendatarios que, en doce días y bajo una multa de cuatro ducados y hacerlas obras a sus expensas, devuelvan el cauce a su situación anterior acabando con el peligro de inundación. Posteriormente, en el mes de febrero se establecen las reglas y el orden a seguir para la apertura del cauce del río en la zona de Pendio.
Otra vez, en Abril de 1845, se vuelve a exigir a los vecinos que tienen tierras en la zona del río en la zona de Pendio procedan a la limpieza del cauce, para evitar que las aguas que bajan a lo largo del monte Jedo, provoquen las inundaciones de los hogares de los vecinos; deberán dedicar 8 días a dicho trabajo, si la obra no se hace, se les impondrá una multa, siendo la obra realizada por operarios fijados por el Ayuntamiento, corriendo su salario a costa de los incumplidores.
No volveremos a ver ninguna referencia al río Muriago hasta finales de julio de 1889, donde nuevamente se plantea el problema que ocasionan las avenidas del rio Muriago. Así la Corporaciónnombró una Comisión compuesta por dos Concejales, tres vecinos del pueblo y el Alcalde de barrio para determinar las zonas por donde se desborda el río y, al mismo tiempo, establecer los medios de encauzar las aguas. En el mes de Octubre, la Comisión dictamina que los daños son causados por las aguas que bajan de la Sierra de Orza por el sitio denominado El Pical. ¿Se llevó a cabo alguna medida? Las Actas, nos permiten deducir que estas obras no se llevaron a cabo. De hecho, a finales del mes de enero de 1903, un vecino, D. Rodrigo Vélez Rodrigo, presenta una instancia en el Ayuntamiento quejándose de que otro vecino, D. Nicolás Arozamena no ha abierto una cuneta a lo largo de su huerta, que permita circular las aguas que vienen del barrio de la Turquía, hasta el río Muriago por el prado llamado de la Changalla. La Corporación acuerda que la Comisión de Fomento, verifique tal afirmación en el menor plazo posible, y si es cierto, se realice la obra a costa del Sr. Arozamena. La Comisión confirma lo indicado por el Sr. Vélez, no se han ejecutado las obras indicadas de la apertura de la cuneta y el arreglo de la carretera que va paralela a ella en el barrio de Los Palacios. Definitivamente la obra se lleva a cabo por el Ayuntamiento, y el costo de la misma, 10 pesetas, se pasará al Sr. Arozamena para pagar los obreros que han participado en los trabajos. Además va a ser multado con cinco pesetas por haberse negado, se dice de modo despreciativo, a cumplir lo requerido a la autoridad municipal.
Más adelante, hacia el año 1931, en junio, la Corporación pide que se obligue a todos los vecinos que tengan propiedades por donde corre el río Muriago,que procedan a ensanchar el cauce en un pie y medio. Y al mismo tiempo, establece que la utilización de las aguas del río no puedehacerse de manera indiscriminada por los propietarios o arrendatarios de las tierras o prados. No se opone a su utilización, pero si establece unas normas para utilizarlas, así se establece un turno previa petición de permiso y que su utilización sólo se hará por la noche, de las diez de la noche a las cuatro de la mañana. Al mismo tiempo, se podrán personas dependientes del Ayuntamiento para que controlen el cumplimiento de estas normaspor los regantes.
En el mismo año, en el mes de Octubre, se vuelve a solicitar que un vecino, Don Sebastián Díaz, que tiene una propiedad por la que circula el río, y que estaba situada en el barrio de Los Palacios, proceda al ensanchamiento del cauce para así facilitar la circulación de las aguas.
Nuevamente, hay que esperar hasta febrero de 1932 para observar que se ha realizado una nueva canalización del río desde el puente de Nogalejas hasta las fincas de dos vecinos, y que habían supuesto un gasto de 751,3 pesetas. Esta canalización no debió de ser del gusto de todos, pues, en concreto, el propietario de una de las fincas, D. Sebastián Díaz, se queja de que se había construido un muro donde se hizo el ensanche situado en el sitio de Arduengo, que no era necesario y que además le habían dejado en el prado todas las tierras sacadas del río. La respuesta de la Presidencia es clara, el muro ofrece seguridad y por otra parte mandará quitar las tierras allí amontonadas. El costo de este trabajo, realizado por dos empleados durante una jornada y media, implicó un salario de 18 pesetas a cada uno.
Ya en el año 1935, en el mes de julio, se propone ensanchar el cauce del río.
En fin, estas son más o menos las referencias que existen en las Actas con respecto al cauce del río Muriago. Veamos ahora otro punto de los tres que señalábamos al principio
b) Limpieza del río. La primera referencia a este apartado lo encontramos en junio de 1931, cuando la Corporación pide que se limpien los tramos del rio comprendidos entre el puente de Nogalejas y el puente de los Palacios. Al mismo tiempo, se invita a dos vecinos que son propietarios de tierras situadas en los cauces del río, procedan a la limpieza y eliminación de todos los estorbos que hay en el río y que tienen consecuencias negativas para los vecinos que viven en el Puente (no está claro, pero puedo suponer cuando se habla del Puente, se refieren al puente de la Botica, pues es el único que está habitado).
Otro problema más complejo y con mayores perjuicios para la salud, es el de la evacuación de las heces hasta el río. Así, en julio del mismo año, el concejal Sr. Fernández Ugarte propone que se obligue al Sr. Emilio Mediavilla, que tiene varias casas en la zona del barrio de Puente con 8 ó 10 vecinos alquilados con un solo retrete para todos ellos. Pero además, los residuos se deslizan hasta el río. Todo esto supone un grave peligro para la comunidad, pues las aguas sucias pueden traer problemas para la salud pública. Se pone la situación en manos de la Comisión de Sanidad, para que tome la decisión oportuna. Efectivamente la Comisión visita las viviendas y concluye que la situación genera un grave peligro, porque en períodos de poco caudal del río las heces quedan allí acumuladas. El Sr. Mediavilla manifiesta que está dispuesto a llevar acabo la construcción de nuevos retretes, pero considera que la misma situación se produce en otras casas del pueblo y no se toma ninguna medida. La solución es construir retretes con pozos sépticos que no viertan en el río.
Pero nada parece cambiar en cuanto a la situación de la limpieza en el río durante el resto del año. Así a finales de agosto, se emplearon tres obreros durante seis días para limpiar el cauce del río desde el puente de la Botica para abajo. Pero además se pagaron 60 pesetas por tres días a dos carreteros que contrataron para trasladar las basuras y demás restos sacados del cauce del río. Llama la atención de que se produzca esta limpieza en el mes de agosto, al final del mes, y, al mismo tiempo, en el mes de septiembre ya hay dos vecinos que se comprometen a limpiar el cauce del riodesde el Puente de la Botica hasta el puente de los Palacios por la cantidad de 500 pesetas. Esto no debió gustar a la Corporación, pues varios concejales piden la palabra y manifiestan que la limpieza, tal como estaba acordado, era competencia de los propietarios de las fincas colindantes al río.
En el año 1932 son varias las referencias a la limpieza del río, sobre todo en la zona del puente de los Palacios. En estas obras se van emplear a varios obreros y carretas destinadas a trasladar los residuos. En algunos momentos, la Corporación se plantea el acabar con dichos trabajos pues parece que no hay recursos suficientes, aunque la presión ejercida por algunos concejales y considerando que en dos días se puede acabar con la limpieza, acepta la finalización de la obra.
En las Actas del año 1933 hay bastantes anotaciones que hacen referencia a la necesidad de limpiar el río de las distintas zonas. Así el Sr. Concejal Fernández Ugarte, reclama que se pida a los dueños de las fincas que lindan con el río, procedan al desbroce de los márgenes o los limpien bien, con lo que se evitan las inundaciones y los posibles efectos sanitarios. Esta petición del Sr. Ugarte no tiene mucho acierto, pues el presidente de la Corporación le hace ver que los propietarios no tienen la obligación de reparar el cauce en general, sino solamente las orillas del río que pega a sus tierras.
En el mes de Agosto nuevamente, hay una necesidad de iniciar una nueva limpieza del río centrándose en el puente de la Botica, aunque algunos concejales proponen que la limpieza se debe hacer extensiva a todo el tramo que se encuentra entre el puente de Nogalejas y el de los Palacios, donde existe la mayor concentración de inmundicias que provocan fuertes olores. El problema, es el mismo de siempre, el coste de la obra. El Sr. Ugarte fija el coste de todo la obra de unas 200 pesetas, lo que no parece muy caro, de tal forma se inicia la realización de la limpieza y a los tres días, siguientes, ya en el mes de septiembre se entregan a D. César Varela y D. Lorenzo Santa María, la cantidad de 180 pesetas por la obra realizada.
En el año 1934 sigue la preocupación por la necesidad de mantener limpios los cauces y los márgenes del río, parece que la asunción del problema no se lleva a cabo ni por parte de los propietarios de las tierras, ni tampoco de los vecinos del pueblo colaboran no tirando la basura al rio. De aquí, que se siga trabajando en la limpieza del río. Así, que se incida en la limpieza de las zonas de los tres puentes, y que se requiera a los propietarios de fincas situadas en el rio que eliminen las presas que hay en el mismo y se propone que la Guardia municipal vigile para que no se contravengan estas disposiciones. Igualmente se propone que, por parte de la Presidencia se tome en consideración de obligar a los dueños de las tierras colindantes al río, procedan al corte de las alisas y raíces que estorban el desplazamiento de las aguas, adelantándose a los posibles desbordamientos de las aguas.
En el año 1935, nuevamente se sigue manteniendo la necesidad de mantener limpio el cauce del río y no solo limpiarlo, sino incluir un ensanchamiento del cauce, teniendo en cuenta proceder de manera que se produzca el menor perjuicio a las fincas.
En definitiva, a lo largo de todo este periodo, hemos visto que una de las mayores preocupaciones de la Corporación municipal es la de mantener los cauces de los ríos limpios, pues es la única forma que tienen de facilitar el tránsito de las aguas, evitando las avenidas de agua que se producen casi todo los años, con los daños que acarrea a la economía vecinal; por otro lado, se consigue evitar la proliferación de enfermedades provocadas por la infección de las aguas que, posteriormente tiene repercusión negativa en la salud de la comunidad.
c) Los Puentes. Otro de los problemas que se plantea al pueblo de Los Corrales y, lógicamente al Municipio de Los Corrales de Buelna, es facilitar la comunicación de los distintos barrios del pueblo,así como la que necesariamente, se produce entre los distintos pueblos del municipio, y la comunicación de la Meseta castellana con el puerto de Santander. De aquí la necesidad de levantar puentes que permitan superar las dificultades que presenta el río Muriago. Tres son los puentes que existen en el pueblo como puntos de comunicación. Veamos que nos dicen las Actas, partiendo de Sur a Norte, siguiendo el curso del río.
a) Puente de Nogalejas: Este puente, es el que actualmente estáal lado del Pub Alquimia (no se trata de hacer propaganda, sino que todos nos situemos fácilmente), en la calle Peñas Arriba. Para los que tenemos más años, al lado del puente de Nogalejas estaba situado el taller Maqueda, destinado a reparar coches. Por otro lado, no olvidemos para los que no lo tengamos claro, que el Sr. Nando nos indica que él vivió allí, y que abarcaba, aproximadamente, desde que pasamos por debajo de la autovía y nos encaminamos a Lobado. Abarcando las dos grandes curvas ascendentes en la carretera hasta antes de llegar al depósito de agua.
Este puente era de suma trascendencia, pues permitía comunicar a los vecinos de Nogalejas, los de Lobado (todas las actas municipales aparece siempre Lobado, nunca Lobao), y también a los de Collado con el pueblo de Los Corrales.
Quizás es el puente con mayores referencias en cuanto a su construcción. La primera noticia sobre dicho puente, se concreta en octubre de 1923, cuando la Corporación de Los Corrales de Buelna acuerda la reparación del puente que existe sobre el río Muriago, así como la cambera de Nogalejas que conduce al centro del pueblo. Ambas obras no se van a realizar con aportación económica del Ayuntamiento, sino que se debe de realizar con la prestación personal de los habitantes de Lobado. No establece cuales son las condiciones del trabajo, el tiempo, ni tampoco el papel que juegan los integrantes de cada familia, ni tampoco la colaboración de las mujeres.
Es el a partir del año 1931, ya establecida la II República, cuando aparecen mayor número de referencias al puente de esta zona.Fundamentalmente, a partir del mes de Octubre, se comienzan a fijar en los problemas a los que se enfrentan los vecinos de Lobado, y lógicamente también los de Nogalejas, para asistir a sus trabajos, viéndose obligados a llegar a través de la pared de una propiedad del Sr. Conde de Mansilla. Y esto es cada poco tiempo, pues las avenidas son frecuentes. Más compleja, es la situación de los niños del pueblo que se ven incapacitados para asistir a las clases durante prácticamente todo el invierno, pues los caminos se cierran por las crecidas del río. Ante esta situación, el Concejal Sr. Sainz García, propone a la Corporación la reparación del puente peonil de Nogalejas (aquí tenemos claramente, que este momento el puente de Nogalejas es peonil no carretero), reparación que básicamente se concretaría en elevar dicho paso a todo su largo, entre 20 ó 25 centímetros. Esta petición pasóa estudio de la Comisión de Gobernación ¿Qué decisión se tomó? Las actas no son claras en este aspecto.
Lo que sí está claro es que en febrero de 1933, nuevamente el Concejal Sainz García, se dirige a la Corporación para recibir información sobre la petición que había hecho para mejorar las condiciones de comunicación de los vecinos de Lobado y Nogalejas, sobretodo en las épocasde invierno que hay muchas inundaciones, considerando que es imprescindible llevar a cabo lo solicitado.Todos son problemas, pero la realidad es que salvo el fijar el presupuesto de la obra, que por cierto no se indica, no se había hecho ningún otro informe, por tanto nuevamente se traslada la petición a la Comisión para que decida lo que se puede hacer. Y lo cierto es que en el mes de marzo, ya se ha realizado la subasta de la obra del paso peonil, que fue adjudicado a D. Emilio Fernández Pérez, vecino de la localidad, que, por cierto, fue el único postor que se presentó a la subasta. La obra se fijó en la cantidad de 350 pesetas y a partir de aquí, seguirá los trámites reglamentarios. Lo curioso es que, una vez que se ha llevado a cabo la obra, parece que el estudio no tuvo en cuenta algunos elementos y así que se proponga por la Comisión, ampliar la obra unos 60 metros en la cambera de la Nogalejas hasta el puente. La obra se tasa en aproximadamente 190 pesetas. A principio de mayo se da por finalizado el arreglo del paso peonil de la cambera de Nogalejas.
Con esta obra, parte de los problemas que tenían los vecinos de Nogalejas y Lobado han sido solucionados. De hecho no se vuelve a hablar del puente de Nogalejas en las Actas que hemos leído hasta 1935. Lógicamente tuvo que haber más intervenciones, pues se pasó de un puente peonil a un puente carretero, además de un puente de madera a uno de hormigón como existe actualmente.
b) El puente de la Botica. Es quizás el puente más importante y más antiguo que se construye sobre el río Muriago. Esta importancia radica, como ya hemos indicado anteriormente, en que es el punto más importante para permitir la comunicación entre la Meseta y Santander en el pueblo de Los Corrales. Decimos en el pueblo, porque si nos referimos al Municipio de Los Corrales de Buelna, no se puede olvidar el puente en San Mateo sobre el rio Rebujas, o el puente del pueblo de Barros en el rio Mortera. Pero esto ya lo veremos en otro momento.
Todo lo anterior nos indica que el puente se amplió y fue realizado con material resistente, capaz de permitir el paso de todo tipo de medios de transporte. De hecho, en todo este período, no hay ninguna petición, por parte de los vecinos ni concejales, para la reparación del puente de la Botica. Solo hay dos referencias en cuanto a la realización de cambios en la estructura del puente. Así en octubre de 1923, se pide la reforma de los pretiles del puente de la Botica, situado sobre el rio Muriago. Nuevamente en el año 1933, la fecha no aparece, se vuelve hablar del puente y de la necesidad de baderas o badenes en las cercanías del puente, lo que parece que causará daños a los vecinos de las casas del Puente. Lo cierto es que al final las obras se realizan.
Estas son todas las referencias al trabajo realizado sobre el puente de la Botica, lo que avala la idea de que es un puente realizado con una visión a más largo plazo y de más movimiento.
c) Puente de Los Palacios. Este el último puente que encontramos en el desplazamiento del río Muriago sobre el pueblo de Los Corrales. En principio, se puede deducir claramente que el puente de Los Palacios está en el pueblo de Los Corrales. En el Acta del 15 de Mayo de 1904 se dice que “por la Alcaldía se ordene al Alcalde de barrio del lugar Deabajo de ese pueblo de Los Corrales proceda a la formación del presupuesto para la construcción y colocación de una vadera en el río Muriago, barrio de los Palacios, de este pueblo de Los Corrales…” Las Actas lo dejan muy claro (La pertenencia del barrio de Los Palacios al pueblo de San Mateo o al pueblo de Los Corrales,-empleo el término de pueblo, porque si utilizara Los Corrales de Buelna, me estaría refiriendo al Municipio- es algo que habrá que tratar en otro momento, pues las fuentes varían) A los pocos días, el 22 de Mayo, se entrega a D. José Gutiérrez la cantidad de 11 pesetas por la construcción y colocación de las baderas.
Hasta el año 1933 no hay ninguna nueva referencia a la modificación del puente de los Palacios, concretamente en el Acta del dia 29 de Agosto se deja constancia de la proposición del Concejal Fernández Ugarte para llevar a cabo el arreglo o construcción del puente de Los Palacios.
El 9 de septiembre del mismo año, nuevamente el Concejal Fernández Ugarte, presenta un nuevo informe, solicitando la construcción de un puente de carro en Los Palacios, pues el puente peonil que existe en esos momentos está en malas condiciones, con lo que podemos deducir que no era seguro en su tránsito. Además informa que el presupuesto de su realización podría situarse en torno a las 1600 pesetas. El problema es que como dice el Sr. Sainz García, de la Comisión de Hacienda, el Ayuntamiento no tiene recursos económicos para llevar a cabo una obra de esas características. El Sr. Ugarte no está nada convencido de las razones que se le dan. La Corporación deja el tema sobre la mesa, para otro momento, y permite que el Sr. Ugarte examine el presupuesto y, posteriormente, presente alguna fórmula que posibilite llevar a cabo su proyecto sin sobrepasar los recursos económicos del Ayuntamiento. El día 23 del mismo mes, el Sr. Ugarte, renuncia a seguir manteniendo su pretensión de transformación del puente peonil en puente de carro, al ser consciente de que el ayuntamiento no tiene los recursos necesarios. A partir de este momento, considera necesario llevar a cabo simplemente, un arreglo de dicho puente.
Bueno hasta aquí, lo que he aprendido sobre el río Muriago. Como siempre me he divertido, he vuelto a descubrir los conocimientos que tienen los vecinos del pueblo, siempre dispuestos a solucionar dudas. Por otro lado, no sé si al río le habrá perecido bien o mal, pero las avenidas de estos días han sido impresionantes, que ya ha dado salida a su genio y que permanezca dormido otros pocos de años.
En todo, caso, esperemos que el río Rebujas sea menos guerrero.
José Francisco López Mora

5 comentarios:

  1. Muchas gracias por tu trabajo.

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  2. Anónimo10:09 p. m.

    Menudo trabajo de investigación. ¡Felicidades!

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  3. De las aguas del Muriago
    bebió un día mi chavala
    por eso sus aguas son
    en vez de dulces , saladas

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  4. Mi nombre es Roberto Muriago, vivo en Argentina, y quisiera comunicarme con el Sr.José Francisco López Mora, para contarle la historia de mi apellido y encontrar cómo se relaciona con el nombre del río.
    Gracias

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  5. Mi direccion es robertomarcelomuriago@yahoo.com o robertomuriago@gmail.com

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