10 marzo 2019

EL RÍO REBUJAS Y EL PUEBLO DE SAN MATEO

Ante de todo, manifestar mi absolutamente desconocimiento de lo que ha supuesto el río Rebujas para los vecinos del pueblo de San Mateo e, incluso el desconocimiento del propio río. De hecho, mi conocimiento se sustentaba, exclusivamente, en que todos días pasaba por el puente que atraviesa la carretera general, para desplazarme a estudiar en Torrelavega. En definitiva, dos años sin contar las vacaciones. Después me marché fuera del pueblo y ahora, con el coche no suelo pasar por San Mateo, a no ser en situaciones puntuales.
Muy pocas veces me adentré en el pueblo de San Mateo, siguiendo el curso del río, ni conocía cuales eran los barrios que atravesaba el río Rebujas en el pueblo. Si es cierto que, en ocasiones cuando me dirigía paseando desde la zona de Lobado hasta la Jerrizuela con mi mujer y mis hijos, te encontrabas personas paseando y charlábamos y surgía la información de que por allí emergía el río Rebujas. Y lo mismo podríamos decir de la zona del río que sigue su búsqueda del río Besaya, una vez pasado el pueblo. Poco a poco, paseando por el polígono fui fijándome en el río Rebujas.
En definitiva, mi desconocimiento del río es absoluto, pero también es cierto que mi interés por adentrarme en el conocimiento de la “historia” de nuestro municipio es enorme, y si además nos distraemos, mejor que mejor.
Como ya sabemos, todas las base de mi conocimiento se sustentan en lo que me cuentan los vecinos y las Actas del municipio, en definitiva las dos principales fuentes del conocimiento de la “historia” más cercana a nosotros.
Lo primero que he aprendido es que, según lo que aparece en Wikipedia, es que el río Rebujas tiene un recorrido de unos 6 Km, desde de su nacimiento en la Braña del Pojino, en el monte Pedrazo. Posteriormente atraviesa el pueblo de San Mateo, y se adentra en la mies de Arduengo, donde se le une el río Muriago, para desembocar posteriormente en el río Besaya.
Como todos los ríos de nuestro Municipio, con la excepción del río Besaya y el río Mortera, el río Rebujas a lo largo de los años ha ido perdiendo toda su fauna piscícola. Me comentaba hace unos días mi buen amigo Julián, que hace ya bastantes años, sus padres, Genara Ceballos y José Luis Pedrero, tuvieron un bar en San Mateo. Pues bien, todos los domingos, día festivo en el que todos vecinos solían ir a misa, había cuadrillas de jóvenes que, antes de ir a misa, hacían una salida de “pesca a mano” por el río Rebujas en los que se hacían con cangrejos, fundamentalmente, aunque también podía caer alguna trucha e incluso alguna anguila. Lo pescado se lo llevaban al bar de Genera, para que se lo prepara para después de salir de misa. Todo esto avala la idea de que el río Rebujas tenía fauna piscícola. ¿La causa de la desaparición? Lo ignoro. ¿Puede ser causa de la Administración? También lo desconozco. Pero lo que si he visto a lo largo de mis paseos por los ríos son los continuos plásticos, latas, botellas, etc. que aparecen en ellos. Por tanto, algo de culpa debemos de tener nosotros.
En San Mateo hay, desde hace mucho tiempo, otro bar, el Quintín, actualmente centro de reunión de los vecinos una vez acabada la jornada laboral. Este bar,situado a mano izquierda de la carretera en dirección a Barros, supongo que también habrá tenido, en sus tiempos estas peticiones de los jóvenes en otras ocasiones. En cualquier caso, permítanme una salida de nuestro estudio sobre el río Rebujas. Hace unos días visitando el río me quedé sorprendido de la pervivencia en dicho bar de un reloj de sol. Así como las campanas de la iglesia, servían para comunicar a los vecinos los acontecimientos que ocurrían en el pueblo, el reloj de sol servía para saber la hora. Eso ya ha desaparecido, todos tenemos nuestro reloj de pulsera, nuestro móvil. Ahora, ya tampoco se presta tanta atención a los relojes de sol; de hecho del que estamos hablando, actualmente es difícil de ver, si no sabes que está allí. Pero está.
Veamos que nos dicen las Actas del Municipio. Lo primero que debemos decir es que el número de referencias al rio Rebujas, en las Actas que van de 1835 hasta 1935, es de 44. Hay que indicar que no da ni tan siquiera una por año y, por otro lado, las referencias se centran en unos pocos años, y en otros no hay ninguna referencia. Es lo que hay. Así que centrémonos.
Las primeras referencias al río Rebujas son del año 1837. Ya en enero de este año, la Corporación de Los Corrales de Buelnaenvía al Alcalde de ordenanza de San Mateo un requerimiento, haciéndole ver que, para evitar los problemas que está causando el río Rebujas en el pueblo, la única solución es aumentar la anchura y la profundidad del cauce del río desde la zona de la Iglesia del pueblo hasta la unión con el río Muriago. Se les da un plazo de quince días para que dichas obras estén terminadas. ¿Quién va a llevar a cabo tales obras? Los vecinos del pueblo, incidiendo en los vecinos que sean arrendadores o arrendatarios de las tierras que estén junto al cauce del río. La realización de estas obras, es de obligado cumplimiento. Los transgresores de esta disposición serán sancionados con una multa de cuatro ducados, y al mismo tiempo se encargará el Ayuntamiento de llevarla a cabo, pero pasando los gastos ocasionados a los que han incumplido la disposición municipal. En cualquiera de los casos, una vez que esté terminada la obra, miembros del Ayuntamiento pasarán a revisarla.
Cinco días después, el 28 de Enero el Alcalde de ordenanza del pueblo de San Mateo, envía un memorial al Ayuntamiento indicando que las obras que hay que hacer en el río Rebujas no le corresponde llevarlas a cabo a todos los vecinos de San Mateo, sino a aquellos que tengan propiedades lindantes con el río; incluso acompaña este memorial con un listado de los vecinos que tienen sus propiedades lindando con el río. Con lo cual se debe proceder a una reunión de los que aparecen en el listado, obligando a que estos vecinos procedan a ejecutar la obra propuesta, en el caso de negarse se les multará con dos escudos a cada uno de los desobedientes.
Y en febrero de este mismo año, la Corporación municipal exige que los vecinos de Barros, procedan a limpiar el cauce del río Rebujas desde el puntoen que concluye el termino del pueblo de San Mateo hasta la desembocadura del Muriago. Como siempre, todos los que no concurran a realizar estas obras en el tiempo de 8 días, se les impondrá una multa de dos ducados. Aquí se me plantea una duda ¿dónde está el término de San Mateo? ¿Cuándo se habla “hasta desembocadura del río Muriago”, se refiere a la desembocadura actual del río Muriago en el río Rebujas, o la confluencia con el río Besaya? Es algo que no tengo muy claro.
Lo que sí es que en junio de este año, se establece que el 24 de este mes debe estar acabado la obra sobre el río Rebujas, imponiendo una multa de un ducado a los que no hayan concluido con su trabajo.
Es curioso, como poco a poco el precio de la multa impuesta a los contraventores de las órdenes establecidas por la Corporación va disminuyendo paulatinamente, pasando de cuatro ducados a dos y por último a uno. Por otro lado, indicar que las Actas no dejan ninguna referencia a si dicha obra terminó llevándose a cabo, pues no vuelve a aparecer ninguna referencia. Igualmente, vemos que como sucedía en los otros ríos que he hemos visto anteriormente, la principal acción por parte de la Corporación era trabajar sobre el cauce del río, sobre su anchura y profundidad.
Hay que esperar a Abril de 1840 cuando el Alcalde de ordenanza de San Mateo se plantee el recomponer los pontones del rio Rebujas, no dice los que existen, para facilitar el tránsito de los vecinos. Y en septiembre de 1850, se da al Alcalde de ordenanza la cantidad de trecientos reales para invertirlos en las obras del río Rebujas. No se nos dice nada de cuáles son las obras a llevar a cabo.
Hay que trasladarse al año 1868, para encontrar más referencias al rio Rebujas en las Actas municipales. Hay que tener encuenta, que en este año se produjo lo que se conoce como la Revolución del 68, que trajo consigo la desaparición del reinado de Isabel II. En este período, se produjo un cambio en las Corporaciones municipales. Así el 1 de Octubre de 1868 los vecinos, proclaman una Junta, dirigida por D. José Gutierrez de Ceballos, como Presidente, y Don Anselmo Mata, como Secretario. En los pocos días de gobierno esta Junta Revolucionaria tuvo que tomar muchas decisiones, pero vamos a atenernos a lo que nos atañe en estos momentos.
El 4 de Octubre D. Vicente Fernández, vecino y Alcalde pedáneo de San Mateo, expone las malas condiciones que presentan los dos puentes peoniles que existen en el río Rebujas. Uno de los puentes se sitúa en lo que denomina el sitio de la Iglesia y otro en el barrio del Hisprón (la forma de escribir el nombre de este puente varía mucho, unas veces con h, otras sin h, en otras con una n entre medias de la i y la s). Ambos puentes, afirman que están totalmente destruidos, pero propone la reparación del puente de la Iglesia y la construcción del que se sitúa en el Hisprón. Para ellos solicita la autorización de la corta de cuatro pies de roble, sin ningún coste añadido, en el monte común de la Hesia. (Hay que tener en cuenta que San Mateo no tiene ningún monte en propiedad en este período. De hecho en las Actas, cuando se procede todos los años al reparto de leña, siempre dice que San Mateo participa en el monte de Hesia, propiedad de Coo y Los Corrales. También Barros participa, pero tampoco es propietario. Somahoz en cambio no tiene acceso a este monte, ni es propietario ni participa.)
Acompañando a esta petición, va la valoración hecha por D. Pedro Díaz Quijano, como vecino y carpintero, estima que para llevar a cabo tal obra precisa de cuatro robles de veinte pies de largo y diez y seis o diez y ocho pulgadas de ancho.
Vista la necesidad de llevar a cabo la obra, la Junta concede la autorización. En el mismo acto, la Junta Provisional de Los Corralesencarga al Alcalde pedáneo, D. Vicente Fernández, que se lleve a cabo dicha obra, pero al mismo tiempo que no se cometan excesos en la corta y que dichos árboles se destinen a lo que se ha demandado.
Parece que la solución es fácil y que la reparación se va llevar a cabo sin ningún problema. Pero la realidad es bien distinta. Así doce días después de ser aprobado todo el procedimiento, en el Acta del día 16, se manifiesta que ni San Mateo niCoó, que también este pueblo había solicitado poder llevar a cabo la reparación de varios puentes, no tienen recursos para realizarlos. La solución de la Junta fue destinar las dos multas impuestas a dos vecinos, y que ascendían a 27 escudos y cien milésimas para sufragar los gastos de los puentes de Coó, nada para los de San Mateo. ¿Se llevó a cabo en algún momento la reparación de estos puentes? Las Actas no dicen nada, habrá que esperar a más adelante.
De hecho a partir de aquí, las referencias al río Rebujas son escasas en las Actas municipales. Una en 1871, cuando el Alcalde de barrio de San Mateo, reclama un roble encontrado cortado, para utilizarlos en la construcción de un pontón en dicho pueblo, a lo que accede la Corporación. Otras tres en 1892, en las que el Alcalde de barrio de San Mateo solicita, en febrero, la entrega de dos robles de escasa importancia, cortados por nadie sabe quién, pero que, sin embargo pueden ser muy útiles para la reparación de un pontón en dicho pueblo; a lo que la Corporación accede. Días más tarde en el propio mes de febrero, la Corporación municipal propone apoyar el informe de una Comisión creada, para indicar cuál es la dirección que deben seguir las aguas que bajan por la carretera hasta el barrio de la Castañera, conduciéndolas hasta el pilón situado detrás de la casa antigua del Ayuntamiento; al mismo tiempo que obliga a los propietarios de los prados que situados en la ladera del monte, procedan a mantener limpios los cauces de los ríos.Ya en agosto del mismo año, la corporación acuerda el pago de cien pesetas al contratista D. Andrés Abascal, para la construcción de un muro en la margen izquierda del río Rebujas.
Las cosas cambian a partir de 1907 cuando nos encontramos con continuas referencias a las necesarias intervenciones en el río Rebujas de cara a facilitar la convivencia de los vecinos de San Mateo. Así en marzo de dicho año, la Corporación saca a remate la construcción de un puente y reparación de otros dos. Lo cierto es que a los pocos días el Alcalde informa que no ha habido subasta y pues no se han presentado licitadores, proponiendo el proceder a un nuevo remate para los próximos día. Efectivamente, el nuevo remate se va a llevar a cabo el 13 de Abril, teniendo el mismo resultado que los dos remates anteriores, no presenta nadie a dicho remate para llevar a cabo dicha obra, de tal modo que la Corporación toma la decisión de que dicha obra lleve a cabo bajo el control de la Administración. Como siempre, ¿se llevó a cabo la obra? La verdad es que no está muy claro, se sabe a través de las Actas, que en el mes de Diciembre del mismo año, se establece que dos de los Concejales del pueblo, procedan a la compra del material necesario para la construcción del puente sobre el río Rebujas, debiendo ambos concejales dar cuenta semanal a la Corporación de los trabajos realizados, así como los materiales comprados. Los concejales encargados, D. Agapito Rodríguez y D. Genaro Quevedo, hacen entrega de los gastos ocasionados en la compra de materiales, así como en jornales pagados, ascendiendo a la cantidad a 169 pesetas, que la Corporación no pone ninguna pega y procede a su pago.
En febrero de 1908, los D. Agapito Rodríguez y D. Genaro Quevedo, concejales encargados de la construcción de un pontón en el sitio de la Pesquera y cuyo trabajo se hizo por administración, presentaron al Ayuntamiento los gastos ocasionados durante la primera semana, de 102 pesetas 50 céntimos. Más adelante, a principios de marzo del mismo año, se hizo el pago de 54 pesetas, a los mismos concejales por la segunda semana de trabajos en el pontón del sitio de la Pesquera.
En el año de 1909, en el mes de septiembre, debió de haber un enorme temporal que provocó la crecida de los ríos. De hecho hay referencias a los daños causados en los puentes de Somahoz y Renero, es decir, en el río Besaya. Igualmente, se habla de reparar los daños causados por la extraordinaria crecida en los muretes que existían en el río Rebujas en el pueblo de San Mateo. Esta reparación fue llevada a cabo por D. Indalecio García del Rivero, suponiendo un gasto de 87 pesetas por jornales.
Hay que desplazarse a los meses de Enero y Mayo de 1914, para volver a encontrar referencias al río Rebujas. En la primera, se le envía una comunicación al Alcalde pedáneo de San Mateo, sobre la reparación del paso de río en un pedazo de cambera en el sitio de la Pesquera. En mayo, se presenta un presupuesto para la ejecución de un muro en el río Rebujas. No se tomó ninguna decisión, quedando el presupuesto encima de la mesa para su posterior valoración.
Como vemos, hay continuas referencias a obras en el río Rebujas, pero son meros referencias en las que, muy pocas veces, las Actas nos dejan constancia de si las obras se llevaron a cabo o no. También es cierto, que los Alcaldes de San Mateo, en este caso, tampoco vuelven a hacer valoraciones en un sentido o en otro. En cualquier caso las alusiones en las Actas al río Rebujas son muy esporádicas, aunque, las cosas van cambiar en los años 30 del S. XX.
En el año de 1931, en el mes de junio, la Corporación establece que es necesario la construcción de un puente peonil en el sitio del Inspron y un muro de contención cerca de la “casa de Fabián”. Un mes después, se vuelve a incidir sobre el mismo tema, aunque concretando lo que hay que hacer. Así se establece que la reparación del muro de contención es totalmente necesaria, por cuanto la estrechez de la calle hace intransitable los carros. Para ello sería necesario rehacer el muro en una longitud de tres metros, buscando terreno firme. Esta obra supondría unas 100 pesetas. Al mismo tiempo, la Comisión que valoró lo que había que hacer, consideró necesario ejecutar una limpieza del cauce del río desde el muro hasta la casa de Fabián Fernández, en total 15 metros de limpieza.
Con respecto al puente peonil en el sitio del Inspron, la valoración de la Comisión es muy positiva pues, considera que los estribos del puente están en buenas condiciones, en el depósito del Ayuntamiento hay madera apropiada y abundante, y por otro lado se puede proceder a dicha obra recurriendo a la prestación personal de los vecinos que residen en el barrio afectado y beneficiado. Con todo ello no es necesaria ninguna aportación monetaria por parte del Ayuntamiento. Quedan encargados de la ejecución de dicha obra los Sres. Saíz Higuera y Fernández Díaz.
En todo caso, hay datos que contradicen esta manifestación de no aportación económica de dichas obras, pues en las sesiones siguientes de la Corporación se hacen referencias a pagos. Así se habla de pagar a “ D.Adriano Fernández 50 pesetas por jornales por la construcción del puente peonil en el barrio del Isprion. A D. Francisco López 150 pesetas por la construcción de dos muros de defensa del río Rebujas. A “D. EliasGonzalez, 36,80 pesetas por una pieza de roble de 7 ½ metros, 3 barras de hierro de 35 kilos, gastos delherrero y portes empleados para arreglar un bado en el río Rebujas, sitio La Pesquera
Hasta este momento,todas las referencias que hemos visto sobre los ríos se concretaban en arreglar los cauces, limpiarlos, y construir puentes. Pero con el río Rebujas las cosas cambian. En el año 1934, ya no son las crecidas las que crean problemas a los vecinos, ahora el problema es lo contrario. En el mes de julio se acuerda que la Comisión de Obras reconozca el río, pues apenas trae agua y eso está causando perjuicios a los vecinos. Después del reconocimiento, la Comisión llega a la conclusión de que la escasez de agua es fundamentalmente debido al estiaje, a la falta de lluvias, aunque no excluyen la posibilidad de que existan fugas. Ante esta situación, aconsejan la necesidad donde se pueda remansar el agua, de tal forma que se puedan utilizar como lavadero, no podemos olvidar que una de las formas más importantes en estas épocas para evitar la transmisión de enfermedades era precisamente el mantener la ropa limpia, era normal que una persona que contraía determinadas enfermedades, era obligatorio su aislamiento y proceder a lavar la ropa o a quemarla. Como posible lugar de almacenamiento del agua, se propone el antiguo abrevadero de ganado que existía en el pueblo.
En todo caso las cosas vuelven a la situación normal y en diciembre se vuelve a plantear la necesidad de que en el barrio de Inspron se construya un muro de contención sobre elrío para evitar así la destrucción de la cambera. Como es habitual, se encarga que la Comisión de Obras haga el estudio, el proyecto y presupuesto de dicho muro. Ya en enero de 1935 se aprobó el presupuesto y condiciones elaborado por la Comisión sobre la construcción del muro de la zona del Inspron, además de reformar o rehacer otro ya existente. El presupuesto asciende a la cantidad de 2.340,53 pesetas. La presidencia, establece que la obra se haga por subasta pública. Se va a quedar con la obra el contratista César Varela, y que dos meses más tarde la obra ya está terminada y aprobada, procediendo a pagar lo acordado. ¿Acabó esto con el problema? No. Nuevamente en Agosto se hace necesario construir un muro en la zona del Inspron para que contenga el agua del río no destruyala cambera; nuevamente estudio, proyecto y presupuesto. Lo cierto es que no hay constancia de quien llevó a cabo dicha construcción.
De lo que si tenemos constancia, es de que a finales de agosto y finales de noviembre de este año, el Alcalde de barrio de San Mateo, premia a varios vecinos del pueblo de San Mateo por haber participado en la limpieza del cauce del río. El premio se tradujo, en una de las ocasiones, en la invitación a la toma de unos vinos por la cantidad de 2,50 pesetas y en la segunda en un obsequio de 12 pesetas.
Las conclusiones de lo que hemos obtenido al acercarnos al rió Rebujas, las resumimos de la forma siguiente:
1.- En las Actas parecen referencias del río Rebujas por los barrios del Insprón, el que más referencias tiene, el barrio de La Castañera, La Concepción y se cita también el sito de la Iglesia y la Pesquera. Los tres primeros son expresados como barrios y los dos últimos como sitios.
2.- Las Actas no permiten deducir, al menos yo no he podido, saber claramente cuantos son los puentes peonil o de carros que existen en el pueblo de San Mateo. Hay referencias a tres o cuatro. No lo tengo claro.
3.- Cuando hemos visto el río Muriago y como veremos en el río Mortera, siempre hay referencias expresas al puente que comunica los pueblos atravesando la carretera que comunica Valladolid con Santander. Son puentes muy consolidados, resistentes que permiten un mayor tráfico de personas y de mercancía. Aquí no lo hemos visto o no hemos sabido apreciarlo.
4.- En todo caso el río Rebujas, tuvo una fuerte influencia en la vida de los vecinos del pueblo de San Mateo, y estos vecinos a través de sus Alcaldes de barrio, ejercieron su presión sobre la Corporación municipal. Presión, que tampoco se diferencia de la que ejercían los Alcaldes de barrio de los otros pueblos, que se veían con problemas derivados por los ríos.
Bueno, esto es lo que hemos conseguido sobre el río Rebujas. Estoy convencidísimo de que los vecinos del pueblo, tienen mucha y más real información de la que hepodido extraer de las Actas. Es seguro que las personas mayores del pueblo, tendrán una información más precisa y más abundante, y que sería una desgracia que se perdiera. Ahí creo que la SCD REBUJAS, puede hacer un trabajo de recuperación extraordinario, como ya hace en otros frentes.
Yo creo que he conseguido mis objetivos, me he divertido, me he acercado al conocimiento de una parte de la “historia” de nuestro municipio. Es lo único que pretendo.En todo caso, nos queda el río Mortera pero… para otro momento.
José Francisco López Mora

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