RESPETO POR IMPERATIVO LEGAL

Muchos afiliados del PP pensarán que Podemos es un partido antisistema, pero muchos de Podemos dirán que el PP es una organización criminal. Igualmente, pocos afiliados de Ciudadanos considerarán respetable a JuntsxCat. Pocos de Izquierda Unida verán admisible a un partido como Vox; muchos de Vox dirán que el PSOE es un partido radical, y que a Bildu o Esquerra hay que ilegalizarlos... Y así unos con otros; los contendientes son enemigos personales, históricos, sociales. En bachiller, o si estudias Derecho, te enseñan que el respeto entre opciones es lo normal, que se debería "dar la vida por su derecho a expresarse, aunque yo discrepe". Pero en España no se vive, o no se puede vivir, la política de ese modo. Señalemos también que en la Transición muchos jóvenes veíamos legítima (¿de dónde lo sacamos?) la revolución, para implantar lo que a nosotros nos parecía el orden justo; anular al despreciable enemigo, nada de ver a los partidos como ofertas respetables: "estamos en guerra", enmiendas a la totalidad. El drama hispano es que nos pasamos la vida con ambas concepciones, y son incompatibles, la oficial y la que traen los recuerdos, los pronósticos, los hechos, o supuestos hechos, y las sentencias judiciales. ¿En algún otro país es distinto? Si lo es, ¿cómo es posible?

Adolfo Palacios González, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.