19 junio 2019

CASA DE LOS INGENIEROS


Si desde la entrada principal de la casa de los Bustamante, pasamos la calle nos encontramos con la actual casa de Los Ingenieros, cosa que me ha llamado la atención, pues siempre me había referido a ella como la casa de los Sariegos.
Parece ser, que esta casa pertenecía desde hacía mucho tiempo a los Quijano, que la puso a servicio de los ingenieros que trabajaban en la empresa. Pero vayamos con tranquilidad.
A principios del S. XX, existe una foto, concretamente en el año 1912, en la que noshabla de un almacén de vinos perteneciente a Don Manuel Sánchez. Tenía una maravillosa portalada como se ve en las fotos de la época. Las personas que aparecen en la portalada son los abuelos de Doña Carmen y Doña Eva hijas de D. Virgilio Pérez Rasilla. Por razones que ambas no se acuerdan, los Quijanos recuperaron la propiedad y comenzaron a utilizarla como residencia de sus Ingenieros. Don Manuel Sánchez y familia tuvieron que desplazarse hacia Piebandera, un poco más arriba de donde está actualmente el Cuartel de la Guardia Civil.
De hecho entre 1946 hasta 1952, residió en dicha casa D. Jerónimo Vázquez White ingeniero contratado por la empresa. Anterior a este hubo otra persona de la que solo se recuerda del uno de los apellidos: Sr. Castilla.
Años más tarde, pocos, la casa fue ocupada por un matrimonio proveniente de la zona asturiana. Era D. Silvino Sariego y ella Dª Margarita Rodríguez. Durante la Guerra Civil él había sido militar, con el grado de Capitán, había combatido en el “bando nacional”. Se trasladaron a Los Corrales cuando el D. Silvino fue contratado como ingeniero en la fábrica de Quijano. El matrimonio tuvo una familia muy amplia, seis hijos varones, de los que actualmente solo viven dos, uno, José Manuel que es jesuita y reside en Nicaragua; anteriormente residió en El Salvador, precisamente cuando se produjo el asesinato de los jesuitas; el otro, Fernando, reside en París ejerciendo la Medicina. Pero para mí, y para muchos, del que mejor recuerdo tenemos es de Silvino que llevaba el nombre se padre. Persona con unas ideas políticas muy claras, con una gran capacidad de luchar por ellas. Ideas que le llevaron a la cárcel y que además le ayudaron a tratar de conseguir, con otros compañeros, que esas ideas se consolidaran en la sociedad. Todo se vino abajo cuando, la lucha con la enfermedad le hizo claudicar el 2 de Octubre de 2013
La familia hacia los años ochenta se desplazó a vivir a Santander, dejando la vivienda en manos de la empresa, que la sacó a la venta, siendo adquirida por los actuales propietarios.
La casa fue comprada por la famila Ylleria entre los años 1989 y 1990. Las cosas iban bien, pero cambiaron con la muerte del padre de familia. Su esposa, Dª Pilar, en un momento determinado, decidió alquilar la finca a una persona que intentaba establecer un restaurante, que ocuparía toda la planta baja, la idea parecía buena, pero la realidad fue diferente. Las fuentes no son muy claras en algunas ocasiones. En concreto el nombre del restaurante, en unas ocasiones se hace referencia a “El Portalón”, en otra aparece el nombre de “La Portalada”. Por otro lado, hay contradicciones sobre el mes en que se lleva a cabo la apertura de dicho restaurante: en unas ocasiones se habla de finales del mes de agosto y en otras se habla de inicios del mes de septiembre. En todo caso, la sesión de apertura del restaurante fueron invitados del orden de unas 150 personas. Las expectativas parecían buenas, el ambiente que lo rodeaba era precioso y el pueblo también necesitaba un restaurante de estas características.Un menú muy variado y con un precio cercano a las 4.000 pesetas. Pero por desgracia, el proyecto planeado por D. José Antonio (ignoro los apellidos) duró muy poco tiempo, desconozco los motivos del fracaso, se habla de una mala planificación, lo que si es cierto que apenas estuvo abierto unos seis meses, quizá menos.
En cualquier caso Dª Pilar Fernández, propietaria de la casa, decidió abandonar nuevos proyectos de este tipo y vivir con tranquilidad, disfrutando de su maravillosa casa.
Hemos hablado al principio de la portalada, lo más curioso es el escudo heráldico que existe en ella. Nos llama la atención el grave deterioro que esta sufriendo, máxime si lo comparamos con otros escudos heráldicos que se conservan en el municipio. Vemos que el escudo está situado mirando hacia el sur, por tanto protegido del viento del norte. A pesar de ello, si nos fijamos vemos que se está produciendo el “desescame” de placas finas de piedra y sobre todo, ha desaparecido, casi por completo, la inscripción que siempre existió en el arco. Creo que la situación ya no tiene vuelta atrás. Yo hace tiempo hice una foto a la inscripción, pero ahora está perdida.

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