Al día de hoy, podemos decir que desde hace mucho tiempo, los que pasean por la Avenida José María Quijano, si no son personas de cierta edad y que sean del pueblo, es difícil que comprendan, que esta calle era casi como el corazón del pueblo, donde había más movimiento de personas, de comercio y de dinero. Calle siempre con gente, con bares abiertos, pues tenían que satisfacer las demandas de los obreros que entraban y salían en los distintos horarios de la fábrica; allí estaban los bancos, los trenes, los taxis, los comercios familiares, “los centros comerciales” como el Economato o la “Coperativa”, le falta una “o”, pero así lo pronunciábamos y así nos entendíamos.
Todo ha cambiado, prácticamente no existe actividad en la zona, ya sólo queda alguna casa ocupada, algunos pisos, pero la actividad económica, salvo la excepción de la Joyería González, el Sindicato de CCOO, y actualmente el almacén de Construcciones Alejandro, el Casino, todo ha desaparecido. Hoy es una calle “muerta” si la comparamos con la que muchos de nosotros conocimos.
Cuando me puse a describir como era la calle hace ya tiempo, me encontré que las fuentes no podían ser la Actas municipales, como ha sido habitualmente. Ahora he tenido que recurrir a los periódicos de la época, a los programas de fiestas, donde el Sr. Lucio “Capeli” siempre introducía artículos de nuestra “historia”, a la Revista Municipal que, en sus primeros tiempos, además de hablarnos de las cosas que se hacían por la Corporación municipal, se introducían artículos relacionados con la “historia” del pueblo, y todo ello gracias a la dedicación de mi padre, Jesús, que le gustaba recoger todo lo que se publicaba sobre el pueblo, y ahora yo puedo consultar; las fotos que muchas personas tienen en sus casas guardándolas como un tesoro y que me han dejado ver,por cierto, ¿será posible que alguna vez se cree un Archivo Fotográfico Municipal?;no podemos olvidar los noticias aparecidas en los periódicos provinciales, que están en la Biblioteca, gracias en este caso a la donación realizada por la familia del Sr. Lucio “Capeli” y por el propio Sr. Villamuera; también están mis recuerdos, y sobretodo me he apoyado en la enorme información que muchas personas han estado dispuestas a darme, bien ellas mismas o atravésde sus hijos o familiares de las personas que tuvieron en algún momento algún establecimiento en la zona y que parece que no están dispuestos a que se pierda una parte importante de la “historia” no solo de nuestro pueblo, sino también de nuestro municipio y de lo que su familia aportó a esa “historia”
Mi labor, básicamente, se ha limitado a leer lo escrito, escuchar lo que me decían, a recordar mis años jóvenes y pasarlo a papel. Espero que, unos recordemos nuestro pueblocomo lo conocimos y que, otros conozcan cómo era el pueblo en el que ahora viven. Y, por otro lado, como siempre, a mí me ha permitido divertirme con lo que me gusta.
Antes de comenzar a desarrollar el tema, que es bastante largo, y por tanto siguiendo las indicaciones de mi amigo Agustín, y que vea que por primera vez y que no será última (siempre le digo lo mismo), he divido el trabajo en cuatro tramos: una desde el inicio de la Avenida en la zona de la actual Casa Capitular hasta la zona de la vía del tren. Esta primera zona, a su vez la dividimos en dos partes, una la de los edificios y establecimientos situados a la izquierda de la Avenida y la otra en lo que encontramos en la zona derecha de dicha Avenida. La segunda parte estará una vez pasada la vía hasta el puente Renero. El mismo caso que anteriormente, primero veremos lo que existía en la zona de la izquierda y después los de la zona de la derecha. Así haremos más clara la situación.
En todo caso, primero será ver desde cuando esta calle recibe el nombre de Avenida José María Quijano. Después veremos lo que tenemos en cada uno de las cuatro zonas en que hemos dividido dicha Avenida. Vayamos, como siempre, a entretenernos conociendo la “historia” de nuestro pueblo.
Nombre de la Avenida José María Quijano
En primer lugar, indicar que, posiblemente, es la calle que durante más tiempo ha mantenido su nombre. Se ha mantenido durante la II República, durante los años del General Franco y durante la Democracia. Al mismo tiempo, se ha mantenido ante los cambios de nombre de las calles y de edificios, unos por imperativo legal, la Ley de Memoria Histórica, otros por cuestiones opinables, como, por ejemplo, el cambio del nombre del IES Orbe Cano (sería bueno hablar de lo que ha supuesto este Instituto en la vida cultural de Los Corrales de Buelna y otros municipios próximos, y si ese cambio en el nombre,ha producido un incremento de la capacidad de los alumnos y el respeto entre ellos y la sociedad en la que se integran.) Me salgo del tema.
Para conocer la época en que la calle recibe el nombre de José María Quijano hay que adentrarnos en la Actas municipales, concretamente, en la sesión del día 6 de Junio de 1931, siendo presidida la Corporación municipal por el Señor Alcalde Don Andrés Pilatti Fernández, se debatió sobre diversos asuntos que afectaban al Municipio. Uno de ellosfue la propuesta realizada por el 1er. Teniente de Alcalde Don José Iglesias Higuera que propone “se dé el nombre de D. Pablo Iglesias a la Plaza de frente a la Casa Consistorial y Avenida de D. José María Quijano al barrio que hoy llaman Puerta del Sol a lo largo de la carretera de Puente Viesgo, y a cuyo efecto se coloquen las oportunas lápidas indicadoras de los nombres propuestos. La Corporación acuerda de conformidad y hace suya la proposición que ejecutará el Señor Alcalde”
Es decir, apenas dos meses después de proclamarse la República, se toma la decisión de cambiar el nombre de dos zonas singulares del pueblo, la zona de la plaza y la calle situada en la zona sur del pueblo de Los Corrales. El nombre de la plaza va sufrir varios cambios desde su establecimiento hasta nuestros días. Así durante la II República se establece y se mantiene el nombre de D. Pablo Iglesias, cuando entran “los nacionales”, dicho nombre desaparece y pasa a llamarse Plaza del Generalísimo, y cuando fallece Franco, y se establece la Monarquía, se designa con el nombre de Plaza de la Constitución. Pues bien, nadie cuestionó a pesar de los cambios políticos habidos, el nombre de D. José María Quijano. Es más, ahí sigue.
El inicio de la Avenida
La Avenida José María Quijano se sitúa entre la confluencia de la actual N-611 y la carretera que se dirige hacia Puente Viesgo. Concretamente en frente de la antigua casa de los Sres. de Mazarrasa, actual Casa Capitular del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna. La terminación de la Avenida llegaría al puente Renero.Centrémonos en la que nos encontramos en la zona izquierda de la Avenida hasta las portillas del tren.
La izquierda de la Avenida hasta la vía del tren.
Si nos desplazamos por la izquierda de la Avenida, lo primero que nos encontramos son las paredes de la residencia de los Sres. Bustamante. En concreto, nos encontramos con una puerta metálica, estéticamente muy atractiva que, por cierto, no estaría mal el que se procediera a una limpieza y posterior pintado, todo ello acompañado de una limpieza de los arbustos que hay. Si nos fijamos en los muros en los que se encaja la puerta de hierro, nos llamaría la atención que en las dos piedras, situadas a ambos lados de la puerta, contadas desde la base hacia arriba, presentan letras inscritas. Así en la parte izquierda de la puerta nos encontramos con las letras F P y en la zona derecha se grabó una E. Es curioso, he pasado por allí durante muchos años, y nunca me había fijado en esas inscripciones. Fue hace unos meses cuando paseando con el Sr. Villamuera por la zona, nos dimos cuenta de su existencia. No parece que su inscripción sea reciente, es como si quien llevó a cabo la talla de las piedras, hubiese dejado su firma para que todos supieran quién había realizadotal obra. Ésta era una práctica muy habitual en los canteros de todas las épocas, podemos verlas, no con letras sino con otros signos, en los castillos medievales y en las iglesias románicas. Era la firma de quien había participado en la construcción de tales obras.
Si nos seguimos fijando, nos encontraremos con dos mojones de piedra de forma circular que termina de forma esférica. Parece que su función era la de delimitar la zona de acceso por esta puerta y al mismo tiempo protegerla de los coches. Creo recordar, que estos mojones en ocasiones estaban pintados de blanco. Sería bueno darle ese color, no creo que costara mucho y como parece que está fuera de la acera, el Ayuntamiento no debiera de tener que pedir permiso a nadie. Hay determinados detalles que no cuestan mucho.
Si continuamos caminado por la acera, y mirando hacia al interior de la finca, vemos las pistas de tenis que hace tiempo ya nadie aprovecha, o los maravillosos árboles que allí se conservan.
Un poco más adelante, nos encontramos con la casa de la Sra. Eva que fue construida hacia el año de 1985. Pero no nos equivoquemos, anteriormente en esta misma zona hubo una casona construida por su bisabuelo Don Bonifacio Pérez Rasilla Pérez Rasilla, es curioso dos apellidos Pérez Rasilla. Este fue una persona con gran prestigio en el pueblo, pues durante mucho tiempo actuó como Secretario del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna.
Al seguir caminando por la acera llegamos a un edificio que ha albergado varias viviendas y comercios. Vamos con ellos.
Pero todo cambió, a partir del inicio de la década de los setenta del siglo XX, la Corporación municipal decidió hacer innovaciones en el Campo de la Rasilla. Así en Agosto de 1972, durante la alcaldía del Sr. Senach, se produjo la inauguración de la fuente luminosa de La Rasilla, algo que efectivamente supuso una gran innovación en el desarrollo urbano, aunque también es cierto, que estuvo funcionando poco tiempo, de hecho en Junio de 1979, se trata de ver si es posible poner nuevamente la fuente en funcionamiento; no fue posible y al final se cubrió de tierra; gran parte de la Campa de La Rasilla fue cubierta de baldosas, el verde del prado desapareció en gran medida, siendo sustituido por jardines artificiales, la creación de zonas con pérgolas de cemento que con el tiempo se unirían con correderas, e incluso cerca de la portalada de la casa de los Quijano, se pone una cabina telefónica próxima al paso a nivel y al mismo se tiempo, se moderniza el sistema de alumbrado de toda la zona, con la incorporación de farolas que sustituirán a los postes con bombillas de pocos watios, que se fundían con mucha frecuencia.
En fin, hay una mayor intervención del Ayuntamiento en una zona que era la entrada al pueblo desde la vía. Más adelante, se va cambiar la antigua cabina de teléfonos que se encontraba en la plaza, cerca del paso a nivel de la vía del tren, por otra cabina más nueva y que funcionaba mediante una tarjeta, que se podía comprar en los estancos.
En esta zona del Campo de La Rasilla, se colocaron, con motivo de celebrarse 125 años de la fundación de la fábrica NMQ, dos esculturas, ambas en septiembre de 1998.Una de ellas es una máquina de la fábrica, que me ha llamado la atención cuando comencé a visitar la zona, con objeto de conocer la “historia” de la Avenida. En ella hay una inscripción de en la que pone lo siguiente “A quienes con su esfuerzo forjaron nuestra industria” Me llamó la atención la expresión “A quienes…” .No hay una referencia a hombres ni mujeres, sino a todos los que trabajaron en la empresa, y por cierto hubo muchas mujeres que trabajaron en la empresa, no solo como oficinistas o en la limpieza, sino también como operarias. Es curioso, no sé quién financió la obra, desconozco quien gobernaba en el Municipio, pero lo que sí está muy claro, que se adelantaron a resolver las cuestiones tan corrientes en estos días sobre el tema hombres y mujeres.
La otra estatua que aparece, es la estatua sedente de José Mariano Quijano, llevada a cabo por Victorio Macho, escultor de gran renombre. Esta estatua estaba situada en el interior de la fábrica, en la zona de las oficinas generales. La dirección de la empresa accedió a trasladar esta estatua de la zona donde estaba desde que realizó, frente a las oficinas centrales de la fábrica, a la zona de la portalada de la casa de Quijano. Es curioso, que una escultura referida a una persona que tanta importancia tuvo en nuestra comunidad, y que fue realizada por un escultor del prestigio de Victorio, haya sufrido tantas agresiones. Hace ya tiempo alguien tuvo a bien el romperle la nariz a la escultura; no podía defenderse. De hecho la colocación dela estatua debida al esfuerzo de la Asociación Cultural Olna, y con una buena acogida por los propietarios que aceptaron la petición. De hecho, la colación de la estatua en la zona actual se hizo en septiembre de 1998 y en diciembre del mismo año sufrió la agresión.Las personas implicadas en el mantenimiento de nuestro patrimonio cultural actuaron procediendo a su reparación. No ha vuelto a ver agresiones de ese tipo. En cambio, las pintadas que se encuentran en el basamento no son eliminadas. ¿Nadie ha visto estas pinturas? ¿No hay nadie que tenga la autoridad para proceder a mandar la limpieza de una parte de nuestro patrimonio?
En fin, se produjeron muchos cambios que, poco a poco, van a dar una visión diferente de La Rasilla. Ya no habrá más fiesta de San Juan en La Rasilla; las romerías, las verbenas,las tómbolas, la casetas de tiro se irán desplazando por distintas zonas del pueblo; primero en la Campa de Pendio, concretamente en el prado donde actualmente situado el Colegio José María Pereda; luego se situaron en la zona de la Pontanilla, en la zona del Estadio, más tarde en la zona de Authi.
Para acabar, esta zona fue, quizás, la que más importancia que ha tenido en la Avenida José María Quijano, desde el punto de vista, no tanto económico como lúdicos, las fiestas, los bolos, los juegos, las charlas entre los compañeros de trabajos, los primeros “escarceos” entre los jóvenes, pero lo cierto es que, con el tiempo, el Campo de La Rasilla ha ido perdiendo su poder de atracción que había tenido,y por tanto la importancia que tuvo en la Avenida de José María Quijano.
Seguiremos con la Avenida. Es muy entretenido recordar cómo era esta “calle”, ver como hay muchas personas dispuestas a darte toda la información que pueden. Todo lo que ha aparecido aquí es fruto de la información que me han proporcionado, los errores son debidos a que quizás, no he transmitido bien lo que me contaron. En todo caso, continuaremos.
Agustín, creo que no lo he conseguido, pero cuando parece que ya has acabado llega nueva información, que es necesario añadir. Fidel Guitían he seguido tu consejo, espero que estés satisfecho. En todo caso, en vaya situación me has metido.
José Francisco López Mora
Esa zona tiene mucha enjundia para quienes tenemos recuerdos, incluso aunque no sean muy antiguos. Recordemos el kiosco de Julia, entre Pilatti y la casa de Quijano, que estaba un poco sobreelevado, pues la calle estaba entonces más baja que ahora (y estoy seguro de que parte de ella está aún bajo la tierra de la jardinera que ostenta la maquinaria fabril). Esa curva cambió su configuración, y la bolera fue trasladada como cinco metros hacia la farmacia de Pepito Pereda, y se suprimió la tribuna, con su almacén de bolos y bolas, sin candado ni nada que estaba. Junto al paso a nivel se colocaba la furgoneta de helados de Serapio Ruiz. Luego, enfrente de la fonda Buelna, estaba el otro kiosco, cuya actividad estuvo interrumpida unos años hasta que se recuperó de nuevo. Junto al estanco de Rubiales se iniciaba la fiesta de San Cristóbal, patrón de los automovilistas, que ahí está la imagen. Y más allá, que yo no lo recuerdo pero un amigo de mi edad sí (y lo he visto en una foto), el tramo final de la calle que daba en las porterías de Quijano estaba flanqueado por árboles. Finalmente, entre la casa del ex-alcalde Augusto San Juan Escandón y la portería de Quijano, había a principios de los años cincuenta un gran árbol (lo he visto en una foto de mi padre), cosa que parece increíble porque ahora está ahí la salida de la calle que viene desde el "ambulatorio". En la pared de Rubiales había, en mi infancia, una máquina expendedora de bolas de chicle (le daba el sol sin piedad, y no tenían caducidad), y entre Rubiales y el parking de bicis había una pequeña frutería. Un recuerdo también para las casas que había donde luego se hicieron los edificios que hay entre Tejidos Infante y la joyería. Y otro recuerdo para la peluquería que había junto a la tienduca de Muñoz (que vendía piensos y pollitos), peluquería en la que me llamaba la atención su reloj de cuco, que me pregunto si estará ahí aún.
ResponderEliminarJosé Francisco
ResponderEliminarGracias Palacios por toda la información que has dado. Todo lo que aparece en el documento son resultado de lo que las personas me han contado y alguna que he vivido. Es curioso que todos los días los vecinos que aportan ideas, conocimientos, y eso me permite seguir "estudiando" la Avenida. Continuaremos, con ello. No me acordaba de las bolas de chicle, pero ayer otro vecino me comentó que la Fiestas de San Juan, venía una feriante que traía con cuatro o más salidas que se cerraba con una malla.Cada persona pagaba una cierta cantidad de pesetas o reales, cuando todos los agujeros estaban completos, el feriante soltaba un ratón blanco. Ganaba aquel que tenía el número por donde había entrado el ratón.
Parte de nuestra infancia y juventud, y que no se pierda.
Por desgracia, casi todos los comercios han desaparecido.
En la farmacia de Pepito Pereda había una báscula, sobre el mostrador a la derecha, donde me pesaron a mí al poco de nacer. Supongo que allí pesaron a muchos niños.
ResponderEliminarCuando se hizo la reforma de la Rasilla, en los años setenta (fue cuando se pusieron las pérgolas de ladrillo, la fuente luminosa, y se trasladó la bolera), se cortó un plátano de Indias que había enfrente de la tienda de Collantes. Yo creo que era el más alto de todos, y tuvo su peligro, porque le hicieron cortes por la base para que cayera como hacia la portalada de Sariego, y hacia allí tiraban varios hombres con una soga, pero cayó hacia donde no se esperaba, hacia el interior del "parque" -entonces no teníamos el concepto de parque en Corrales: el "campo Silos" no se consideraba un parque tampoco, era... el campo Silos, lo mismo que la Rasilla era, pues la Rasilla, sin más; eso de los parques era demasiado urbano, demasiado civilizado, sería indigno de la Rasilla catalogarla como parque.
En cuanto a la iglesia o capilla anexa a la casa de los Quijano, cabe decir que a principios del siglo XX tenía una fachada mucho más elaborada (hay al menos una foto de ella) y luego se sustituyó por la que ahora conocemos, más sobria, no sé por qué, ni conozco a nadie que lo sepa.
Habría estado bien saber de qué año datan las casas de los Quijano y de los Bustamante, y la edad de ciertos árboles de la finca de los Bustamante -que yo veía cada noche desde mi casa- también me la he preguntado a veces.
Un elemento que hay que nombrar en ese conjunto es el kiosco de Julia; esa zona ha cambiado bastante, la calle que viene de los Hermanos daba una vuelta distinta hacia el paso a nivel, había lugar ahí para ese kiosco, que estaba como elevado, porque las alturas también eran distintas, estaba todo como medio metro más bajo.