El
suave viento sur acaricia mi rostro
llenando mi ser de inmenso placer.
Como un susurro abraza los centenarios árboles
donde me resguardo y medito:
¿Por qué el tiempo pasa y los recuerdos permanecen?
El paisaje otoñal me sobrecoge
me regocija en lo más profundo de mi ser.
Presiento alrededor la presencia de
todos los seres vivos que pueblan el bosque
llenando de vida y muerte en la eterna lucha por la vida
acudiendo a la llamada de la NATURALEZA
donde todo lo que nace muere
ante el amparo de su amorosa esencia.
El SOL se oculta tras los montes que me rodean
la NOCHE se adueña del entorno
y, así, una vez más acaba un viejo día.
Donde de nuevo al AMANECER
el SOL brillará para todos
pero no a todos iluminara por igual.
José Luis Solar Peña.
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¡¡¡ Muy bonito... y motivador, de otoñales reflexiones ¡¡¡
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