El Mundo puede ser
Patria
y el pueblo siempre lo es,
lo importante es tú historia
y el hecho de cómo la ves.
Del pueblo un
día marchaste
por vueltas que da la vida,
pero nunca olvidaste
a tu tierruca querida.
Te amarra tú nacimiento.
Te encadena la querencia
y nexos de sentimientos…
que los guardas con vehemencia.
Hasta cerrando los ojos
hoy puedes ver la tu infancia
y revivir circunstancias
que antaño fueron antojos…
Y recordar tu mocedad
de gran gozo y lozanía,
de cuando ibas y venías
con pureza e ingenuidad…
De los pequeños detalles,
de lo grande de tu hogar,
de aquéllos pueblos del Valle
que se unían al cantar…
De la escuela y el Maestro,
de amigos y parientes…
y de cosas referentes
de aquéllos momentos nuestros.
Aún tienes en la retina
los bosques y verdes prados,
las playas, olas marinas
y aquéllos riscos nevados.
¡Y aquéllas romerías
gloria de la juventud,
con amores que tenías…
más a obscuras que con luz!
Recuerdos que eran un dejo,
al son del “Pito y Tambor”,
que hoy vemos en el espejo
del recuerdo abrumador…
Pues vemos la callejucas,
callejas y callejones,
en la plaza la fuentuca
y en el bar, nuestras canciones…
En la Iglesia, las campanas.
Junto a Dios, los feligreses.
Y las tierras abonadas…
y algún nabo por las mieses...
El huertuco de patatas,
panizos y cuatro coles.
La vacuca, leche y nata
y el guiso de caracoles…
Por Noviembre San Martín,
con nieve ya en las cumbronas,
hora de matar el gorrín
y preparar la borona…
En diciembre, Nochebuena …
De seguido, Nochevieja.
Polluco para la cena
y de postre las torrejas …
La familia, en la mesa
con respeto consecuente.
Y el encanto y la sorpresa,
De los Tres Reyes de Oriente …
En las costumbres, firmeza …
Y en la estirpe el cariño.
Esa era la corteza
que aprendías desde niño.
Y visto con
detenimiento …
¡Aceite desparramado!
Buenos para aquel
momento
Que aunque vive ya es
pasado.
Así que, en un santiamén
o quizá un amén sentado,
pues para mal o para bien,
¡ que te fuiste pa’otro lado ¡…
Donde con gran valentía
y mirando firme al sol,
dijiste ¡YO SOY ESPAÑOL
y mostraré mi hidalguía!
Y así fue, gran montañés
de la Cantabria norteña,
que de dos, lograste tres.
¡Esa es tu gran enseña!
Hoy estás dubitativo,
reglamentado ¡porque sí!
Con corazón repartido
entre el allá y el aquí.
Y al tomar aquélla ida
que ya hoy es referente,
te mostró hechos y gente…
y una entusiasta acogida.
Allí tienes la familia,
el trabajo, que es denario,
aquí… pues, un relicario
de perpetuada vigilia.
Tu gracia, pues ser pionero…
Tu gloria, está en el camino…
Tu triunfo, ser misionero
en tu conforme destino.
Mas siempre serás rayano,
pues nos une la comarca
y eso siempre deja marca
entre convecinos sanos.
Y con esto me despido,
ya contigo más unido.
Y a nuestro Dios le pido
¡que bien te cuide, amigo!
Tinuco
|
Simplemente .... Genial.
ResponderEliminarLo piensa un emigrante de esa preciosa tierra.
Precioso y cierto, lo dice una exiliada del Valle de Buelna.
ResponderEliminarUn abrazo desde la Comunidad Valenciana
ResponderEliminar¡Bravo y Gracias, Tinuco, por cantar con sus versos la morriña del ausente, aunque siempre de corazón presente!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, desde Galicia y Castilla.
Muy bonito y pienso igual que los anteriores comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo