BAR GABRIEL

Hemos pasado los dos bloques y pegado a donde estuvo la zapatería de Pilar, nos encontramos con una serie de comercios de las mismas características en construcción y distribución.
El primero que nos encontramos era propiedad de Marcelino Ruiz Macho, hijo del médico de Cieza Marcelino Ruiz, y al mismo tiempo primo de Inés Macho Trujillo, madre de Fran y Ofelia. Este local se destinó a bar bajo la dirección de dos personas diferentes. Veamos quienes son estos.
Este bar fue abierto en el año 1963, por Gabriel, al que sus clientes siempre se referían con el sobrenombre de “Culín”, de hecho cuando comencé a preguntar sobre el bar de Gabriel, después una pequeña pausa siempre respondían: “Ah, sí Culin”. Es cierto, que muchos le conocían por ese sobrenombre. Es una anécdota de la “historia” de nuestro pueblo. Pero, lo que también es cierto, es que Gabriel, siempre se anunciaba en los programas de fiestas como Bar Gabriel. He encontrado un anuncio del año 1964 en el que se hace referencia al Bar Gabriel situado en la Puerta del Sol, en el que se ofrecía especialidad en mariscos, en blancos de la Nava y Café Expres. Era frecuente que en estos momentos en los anuncios, se utilizara el nombre de Calle Puerta del Sol, Avenida José María Quijano o no se ponía ninguna calle, pues por el nombre del local se sabía perfectamente la ubicación.

En una determinada época anterior, me cuenta que aquí estuvo viviendo Miñambres, al que todos conocimos como el industrial que tenía su taller en la zona de Somahoz, al lado de la carretera nacional.

Gabriel, durante su vida estuvo ejerciendo dos trabajos, uno como empleado de la fábrica de Quijano en la sección de Expediciones. Y por otro lado ejerció como “tabernero” en el bar. Dado que Gabriel trabajaba a turnos, se vio en la necesidad de contratar a dos camareros que llevaban a cabo las labores propias del bar. Estos, parece ser que eran originarias de la meseta castellana, concretamente de Zamora. Es curioso, que durante mucho tiempo, al principio del siglo XX, muchas personas provenientes de la meseta se incorporaran al pueblo, para trabajar no sólo en la fábrica, sino también en otros trabajos relacionados con la fábrica.

Maribel Sánchez Díaz, se convirtió en la esposa de Gabriel. Ella pasó a jugar un importante papel en el bar, no desde el punto de vista del servicio de atención al público, eso era cosa de Gabriel y de los dos camareros con los que contaban. Pero ella jugó un papel importante en la cocina, era la preparaba las tapas, raciones o comida si era necesario. Era habitual la presencia en las mesas del marisco, de las almejas, caracolillos, rabas, mejillones, de hecho eso es lo que aparece en los anuncios del bar; pero tampoco faltaban los callos o la asadurilla, etc. No debemos olvidar que Maribel, tuvo una buena maestra en el arte de la cocina, pues era hija de Carmen, la dueña de la Fonda La Asturiana, que tuvo también un alto reconocimiento de su actividad culinaria.

De hecho era un bar que tenía un buen negocio, no solamente con los obreros que pasaban allí todos los días de trabajo, sino también los domingos. Este era un día especial, con una gran afluencia de vecinos de pueblo venía a degustar las tapas de todo tipo que se daban. Me cuentan que en ocasiones era tal el número de clientes, que tenían que ayudar en la cocina los padres de ambos. Se podían limpiar hasta 50 kilos de mejillones en un solo día, y se comían.

Con el paso del tiempo, Gabriel y Maribel, se dan cuenta que llevan mucho tiempo trabajando, que si bien el trabajo les ha dado satisfacciones, está llegando la hora de dedicarse a disfrutar de lo conseguido. A sus hijos, Gabriel y Ana, les han dado posibilidades de estudio, lo han aprovechado y no quieren seguir con el bar. Sus padres, están satisfechos, sus hijos no tendrán que estar en un oficio que reclama muchas horas, muchas inquietudes, así que en un momento dado deciden poner el cierre al bar y dedicarse a disfrutar de su familia. Esto se produjo en el año 1989. Es decir, más de un cuarto de siglo trabajando en el bar y con la tranquilidad que da haber cumplido ambos sus objetivos.