Para quienes no la conozcan, Tere cursó sus estudios de Turismo en Santander e incluso antes de terminar la carrera, al dominar perfectamente francés e inglés, fue contratada como intérprete en el Camping Municipal Bellavista y después en la oficina de Turismo del Paseo de Pereda.
Cuando acabó la carrera estuvo organizando la UNATE de Los Corrales. Con posterioridad desempeñó el cargo de directora del Balneario de Corconte, donde estuvo dos años.
Fue requerida por la familia Piñeiro para trabajar en la agencia de viajes Brituor, que acababan de abrir, donde permaneció durante ocho años, para más tarde pasar a Viajes el Corte Inglés, que acababa de abrir también su agencia, donde estuvo tres años.
Su iniciativa empresarial la llevó a formar su propia agencia de viajes, que con el tiempo se vio obligada a cerrar, para atender a su marido que fue diagnosticado con una grave enfermedad que acabó con su vida siendo todavía muy joven. A la muerte de este, se fue a París y se refugió en casa de una prima mejicana casada con el embajador de Méjico en la capital francesa. Durante su estancia allí, a través de ellos, consiguió trabajo como organizadora de presentación de libros de autores noveles en Europa, labor que sigue realizando en la actualidad desde casa, facilitándolos la presentación, el alojamiento y el protocolo necesario.
No conforme con esto, una vez retirada, pero llevada por su conocimiento y experiencia profesional, se dedica a también a organizar viajes para clientes de toda la vida y amigos.
Todas estas virtudes profesionales quedan empequeñecidas por sus múltiples valores personales, donde su sencillez y naturalidad, hacen de ella una persona entrañable y cariñosa, que transmite cordialidad, simpatía y espontaneidad.
Sigue así Tere, no cambies que te necesitamos tal como eres.
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