Pasar a hacer una cosa que venías haciendo de una determinada manera, a hacerla ahora de otra manera, creo que es una capacidad tan importante, y tan predictora del éxito, como la (más conocida) de diferir la gratificación. Reformar un hábito, implica tener in mente una cosa más, por un tiempo, hasta naturalizarla. Controlarse, doblegarse, sin sentir que la vida pierde sentido. Hay jóvenes que disfrutan viéndose capaces de adaptarse; toman el camino más difícil. Pero son pocos, según he visto en mis años como docente. Los países que disponen de mucha gente capaz de cosas así (pienso, por ejemplo, en conversar con mascarilla y con distancia, o de aguantar sin salir de casa) serán los afortunados. Pero, en nuestro entorno, el propio concepto de éxito nos suena demasiado "americano". Y se toma como si estuvieses dejando atrás a los que no tienen éxito. Además, creo que se justifica, se racionaliza a posteriori, la incapacidad de transformarse; como que "al fin y al cabo no es tan necesario"...
Adolfo Palacios, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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