Debido a las restricciones impuestas por el coronavirus, a Stefano Bozzini, de 81 años, no le han permitido visitar en el hospital a su esposa Carla.
Sin embargo, se las ingenió para hacerla compañía, pues con un acordeón bajo la ventana de su habitación tocó durante una hora ante los ojos de decenas de personas, entre ellas Carla, que se asoman a las ventanas del hospital para seguir el emotivo recital.
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