La actual TREFILERÍAS QUIJANO integrada en el Grupo CELSA es, probablemente, una de las empresas más paradigmáticas de cuantas han protagonizado el devenir industrial de Cantabria. Su nacimiento se remonta a 1873, fecha en la que un joven abogado de nombre José María Quijano decidió instalar varias máquinas de fabricación de puntas en un antiguo molino harinero, junto al río Besaya. El éxito de las Forjas de Los Corrales de Buelna fue tal que, paulatinamente, se fueron ampliando y modernizando las instalaciones para acomodar nuevas producciones.
Después de superar diferentes momentos de crisis y bonanza, desencadenados por los complejos aconteceres de la primera mitad del siglo XX, la firma mutó en Nueva Montaña Quijano S.A. para, en lo sucesivo, reordenar su fabricación y participar de otras complementarias como la de los electrodos y la automovilística.
La colaboración del GRUPO CELSA y la VICEPRESIDENCIA DEL GOBIERNO DE CANTABRIA, a través del MUSEO ETNOGRÁFICO, presenta una selección de imágenes, de indudable valor, que nos transportan a los inicios de esta exitosa andadura empresarial. Ojear las instantáneas conservadas en el fondo fotográfico de la firma concede la posibilidad de hacer un recorrido con los sentidos por ciento cuarenta y siete años de actividad ininterrumpida. Es decir, de traer al presente el ensordecedor rugido de las máquinas, el olor del sudor o la frialdad del metal pero, también, el semblante de sus trabajadores y trabajadoras, los y las protagonistas de esta historia.
Después de superar diferentes momentos de crisis y bonanza, desencadenados por los complejos aconteceres de la primera mitad del siglo XX, la firma mutó en Nueva Montaña Quijano S.A. para, en lo sucesivo, reordenar su fabricación y participar de otras complementarias como la de los electrodos y la automovilística.
La colaboración del GRUPO CELSA y la VICEPRESIDENCIA DEL GOBIERNO DE CANTABRIA, a través del MUSEO ETNOGRÁFICO, presenta una selección de imágenes, de indudable valor, que nos transportan a los inicios de esta exitosa andadura empresarial. Ojear las instantáneas conservadas en el fondo fotográfico de la firma concede la posibilidad de hacer un recorrido con los sentidos por ciento cuarenta y siete años de actividad ininterrumpida. Es decir, de traer al presente el ensordecedor rugido de las máquinas, el olor del sudor o la frialdad del metal pero, también, el semblante de sus trabajadores y trabajadoras, los y las protagonistas de esta historia.
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