Antes de entrar en las películas que se proyectaban en el cine, fijemos en las sesiones y
jornadas en las que funcionaba el cine. A través de las informaciones de la prensa, podemos
deducir que lo habitual era que el cine funcionara los sábados y los domingos, con dos
sesiones, una de tarde a las 4:30 y otra de noche a las 7:30. Aunque en ocasiones la de tarde
comenzase a las 5:00. Por otro lado, no era extraño que, en ocasiones, después de acabada la
sesión de la noche, hubiera alguna actividad de música. Era habitual que la sesión de tarde se
suprimiese, y en cambio se llevara a cabo una sesión de baile, que duraba hasta un tiempo
antes de proceder a la proyección de la película de la noche.
También comenzó a ser habitual que los lunes se convirtieran en otro día de cine,
aunque en esta ocasión solo se proyectaba la sesión de noche. También se comenzó proyectar
películas los jueves, que recibían en la prensa el nombre de “Jueves de Moda”, posiblemente
por que este era el día libre de las modistas, que lo aprovechaban para ir al cine con sus
pretendientes.
Tampoco podemos olvidarnos, que los cines no debieron estar funcionando todo el
año, pues con frecuencia en la prensa se nos dice “inauguración de la temporada con la
película…” o “inauguración de la temporada de baile” Con lo que podemos deducir que hay un
período que el Teatro-cine Hispania no funciona. Parece ser que el verano, no es un momento
muy habitual para proyectar películas de cine. No podemos olvidar que, con la llegada del
buen tiempo, había romerías por todos los pueblos de los alrededores. No nos olvidemos que
desde el inicio de la romería del Cuco en Tarriba en mayo, hasta la fiesta del Camino en
Molledo en septiembre, la gente se desplazaba por todas las romerías de los alrededores.
Incluso en el mismo pueblo de Los Corrales se celebraban varias fiestas como la de San Juan, la
de San Miguel, la de Santa Ana o la de San Cipriano. Por tanto, la apertura del Teatro-cine no
debía ser muy rentable, habrá que esperar a que el otoño llegue.
Si nos adentramos en las crónicas de la prensa de la época en que el Teatro-cine
estuvo funcionando, podemos conocer un elevado número de nombres de películas que se
proyectaron en el Hispania y, en ocasiones, la valoración que de ellas hicieron los vecinos
teniendo en cuenta su asistencia. Así que nos centraremos en las películas más significativas.
En todo caso, podemos poner al final la lista y la fecha en que se proyectaron las películas.
Aunque hay que tener en cuenta que no siempre se indica el nombre de la película, sino que
solo se dicen que hubo cine. Vamos a ello.
La primera película que conocemos que se proyectó en el Hispania, o al menos la
primera que hemos conocido, fue en el mes de junio de 1927, la película titulada “El Diablo
Santificado”. Ésta es una película dirigida en 1924 por Joseph Henabery y con el protagonista
de Rodolfo Valentino, uno de los actores más atractivo de la época. Lógicamente era una
película muda, realizada en blanco y negro. En abril de 1928 se anuncia la proyección del
película “La hija del hospicio” cuya dirección fue llevada a cabo en 1921, por el francés Louis
Feuillade. Esta película llevaba ya tiempo viéndose en los cines de la península. De hecho ya
había sido proyectada en el Teatro Ribadeo y también en el en cine Casal de La Principal de la
zona catalana. En fin, una película en blanco y negro, muda y, como era frecuente en la época,
compuesta de 5 episodios.
Otras dos películas que tuvieron un éxito importante, según cuentan las crónicas
fueron “El jinete explorador” y “El águila del mar”. No he sido capaz de logar conocer quiénes
fueron los directores de dichas películas. Otra de las películas que tuvo un gran éxito fue “Las
de Méndez”, dirigida en 1927 por Fernando Delgado y con actriz principal Carmen Viance, de
profesión en la vida real mecanógrafa y que, por cuestiones de la vida, llegó a ser una de las
actrices más importantes de nuestro país y con gran renombre en Latinoamérica. En un
momento determinado, decidió abandonar el cine y regresar al mundo de la mecanografía.
“Las de Méndez” fue una película en blanco y negro, muda, y que tuvo un gran éxito, pues las
crónicas hablan de una de las películas más grandiosas que ha pasado por el Hispania. Aunque
esta valoración no debe ser muy significativa, pues es utilizada en muchas ocasiones.
Entendamos que hubo mucho público o que la sala estuvo llena.
Podemos pensar que estos momentos no había problemas en la proyección de
cualquier película, pero con frecuencia nos encontramos prohibiciones o críticas a
determinadas películas. Así en el año 1933, en el mes de abril, nos encontramos en las actas
municipales una prohibición del Gobernador Civil de la proyección de las películas de “Los
Cuatro jinetes del Apocalipsis” y “El Secreto del submarino”, quedando la Corporación en
transmitir tal prohibición al empresario del Hispania. La primera, es una película basada en la
novela del mismo nombre del escritor español Blasco Ibáñez. Llevada al cine por el director
americano Rex Ingram, con los actores Rodolfo Valentino, Alice Terry y Pomeroy Cannon ¿Qué
obliga al Gobernador a prohibir la proyección del tal película? Lo desconozco. Es de todos
conocidos, que Blasco Ibáñez era además de un escritor, un político ligado al Partido
Republicano, que derivaba las injusticias sociales desde una óptica anticlerical. Pero estamos
en un período republicano.
Desconozco cuál fue el motivo para tal prohibición, pero más complicado el motivo por
la prohibición de “El Secreto del Submarino”. Solo he conseguido saber que era una
“extraordinaria y sensacional serie de 10.000 metros en 15 episodios”. Fue una obra dirigida
por George L. Sargent en 1915. Algunos de los actores fueron Juanita Hansen, Tomás
Chatterton.
Lo cierto es que el control de lo que se emitía en los cines debió ser frecuente, como
veremos en épocas más cercanas a nuestro tiempo. Sigamos concentrándonos en algunas de
las películas que se proyectaron en el cine Hispania.
Una de las películas que parece que tuvo mucho éxito fue la que se proyectó en marzo
de 1931. Se titulaba “El suceso de anoche” dirigida por el director León Artola, sobre la vida del
torero Nicanor Villalta. La película fue un éxito. Las crónicas son positivas en todos los
aspectos. Se habla de “grandiosa película española que se proyectó en el elegante Teatro Cine
Hispania” Con el tiempo, la calificación de “elegante” va a ser sustituidas por otras menos
positivas. Pero en todo caso, se señala que el aforo estaba lleno de público, hasta del punto de
que mucho antes de comenzar la sesión, las entradas habían sido vendidas. Por otro lado, se
le solicita al empresario una valoración sobre el hecho de hacer una mejor selección de las
películas que se traen, pues la gente está dispuesta a pagar un mayor precio por la entradas a
cambio de ver una buena película, con las que se llena el aforo, que no pagar poco por una
película nada atractiva, que no atrae a nadie al cine. Por otro lado, aconseja al empresario
traer películas españolas con temas relacionadas con la cultura de aquí. Prueba de ello es esta
película española, con tema de la tauromaquia y, al aparecer el artista Movellán, al que se le
cita como el paisano, casi vecino. En fin, un éxito de película.
Estas películas que se proyectaban eran de cine mudo, no porque no se hubiese
desarrollado el sistema del cine sonoro, sino porque la empresa no lo consideraba conveniente
o porque la inversión era elevada para el empresario Piñar. En todo caso, los vecinos eran
conscientes de la existencia de cine sonoro y era habitual que comentarán cuando lo tendrían
en el pueblo. El acontecimiento ocurrió el día 22 de octubre del año 1931, pues en la prensa
se indica que se había producido la proyección de la primera película sonora en el pueblo.
Dicha película fue “La jaula de los leones”, dirigida por Fred J. Balshofer en 1930. Siendo los
protagonistas los actores Romualdo Tirado, Alicia Bell, Amelia Bell y otros más. Según la
prensa, el cine había estado lleno hasta los pasillos. Lo cual no debe extrañarnos, pues desde
hacía un mes antes, ya corría la voz de que se iba a producir dicho acontecimiento. De hecho el
11 de septiembre de 1931, en La Voz de Cantabria, ya se publica: “Tenemos entendido que
dentro de muy pocos días llegará a ésta el equipo que se ha de montar para la proyección de
estas películas, enviado por una importante Casa española,…” . El día 17 de octubre de 1931,
en El Cantábrico, se publica lo siguiente: “Por fin podemos decir que ya tenemos cine sonoro, y
próximamente comenzarán a proyectarse esta clase de películas…”.
Estos datos chocan con la información que nos trasmite Paulino Laguillo, en su libro
“Los Corrales de Buelna. Siglo XX (Resumen Histórico”), donde afirma que la irrupción del cine
sonoro se llevó acabo en el Teatro-Cine Hispania, en marzo de 1934, siendo la película elegida
la de “Camarotes de lujo”, dirigida por William K. Horward, en el año 1931.
Desconozco las fuentes en las que se basa Paulino Laguillo para sustentar esta opinión,
pero en la prensa se documenta que la llegada del cine sonoro al pueblo fue en año 1931, no
en 1934.
En octubre de 1935, se indica la iniciación de la temporada de invierno de cine en el
Hispania. El corresponsal de la prensa aconseja a la dirección del cine que siga en el camino de
traer buenas películas, pues como había sucedido en la época anterior se verá recompensado
por buenas entradas de espectadores. Así los días 19 y 20, sábado y domingo de dicho mes, se
proyecta la película “Cuesta abajo” del director Louis J. Gasnier y con la presencia del actor
Carlos Gardel.
Las películas que se proyectaron fueron muchas, pero nos vamos a referir finalmente a
dos, una por su significado político y la otra pues fue la última de la que tenemos noticias que
se proyectó en el Hispania, antes que fuera abandonado.
La primera película es “Raza” dirigida por José Luis Sáenz de Heredia y que se basaba
en la historia de Jaime de Andrade, guión de quien había sido ganador de la guerra civil, el
general Franco. Y en la que participaron actores como Alfredo Mayo, Ana Mariscal, José Nieto
y otros más. Es una película que se finalizó el 1 de enero de 1942 y cuyo estreno se llevó a cabo
el 5 de enero del mismo año en el Palacio de la Música de Madrid. A partir de este momento,
inicia su recorrido por todos los cines de España, llegando al cine de nuestro pueblo, el
Hispania. De hecho el periódico ALERTA, hace referencia a la proyección de dicha película en el
diario publicado en viernes, 2 de octubre de 1942.
Esta película, “Raza” es una exaltación del ideario nacional-católico que había en
España, después de la guerra civil. Es un relato de los acontecimientos sucedidos en España de
la guerra civil, con la exaltación de los partidarios del régimen y el aniquilamiento de los
opositores. En definitiva, se trataba de consolidar las ideas del nuevo régimen a través del cine.
Es cierto que con el paso del tiempo, en 1950, las cosas han cambiado en Europa y en España,
y se hace una nueva versión menos hiriente para los aliados. Se dulcifican las referencias a
Estados Unidos, se suprime el saludo con el brazo en alto, las referencias a la Falange. En fin
cosas de la vida, y adaptación a la nueva situación, hay que acabar con el aislamiento y
conseguir el reconocimiento internacional del gobierno.
La última película que se proyectó en el cine Hispania, al menos la última de la que
tenemos referencia a través de la prensa del 18 de enero de 1950, la proyección de la película
“La mies es mucha”. Esta es una película dirigida en 1948 por José Luis Sáenz de Heredia.
Protagonizada por Fernando Fernández Gómez y Sara Montiel. El argumento de la película es
de tipo religioso, en el que el padre Santiago decide desplazarse a la India a ejercer la actividad
misionera. La situación es muy diferente a lo que él conoce, se tiene que enfrentar a la miseria,
a la pobreza, la hambruna y las enfermedades, acabando con el misionero. Una semana más
tarde la prensa hace referencia a la proyección de la película titulada “La mujer de todos” el
director Max Ophüls, en el años 1934. Ya no tenemos referencias a más películas.
Hemos visto algunas de las muchas películas que se proyectaron en el Teatro Cine
Hispania. Pero no solo tenemos referencias a las películas que se proyectaron, así como el
éxito o fracaso de tales proyecciones. Además tenemos información sobre el comportamiento
de los espectadores o las demandas de los mismos. Es cierto que en muchas ocasiones,
tampoco faltó el mal comportamiento de algunos de los vecinos que asistían a algunas de las
actividades que allí se llevaban a cabo, aunque lógicamente, fundamentalmente en las
sesiones de cine, cuando la luz se apagaba y la gente quedaba en el anonimato. Hay varias
referencias a estas actuaciones negativas. Es relativamente frecuente que, en los medios de
comunicación periodística, nos encontremos alusiones al mal comportamientos de algunos
espectadores.
Así, la primera referencia al mal comportamiento de una parte de los espectadores, la
encontramos en enero de 1930 cuando se proyecta la película “El perro detective” La sala está
bien concurrida y la gente se lo ha pasado bien, la película les ha parecido interesante. Pero,
parece ser que algunos de los asistentes no comprenden que pagar una entrada, no les
permite molestar a los demás espectadores. Esta gente debe de comprender, que se está en
una sala de cine, que por tanto en silencio y sin molestar, y no se está en una “taberna” que se
rige por otras normas. Este parece que es un hecho habitual, al que hay que poner freno.
Hay que esperar al 7 de diciembre del mismo año, para encontrar una nueva
referencia al comportamiento de algunos espectadores. Parece ser que la empresa ha tomado
alguna medida, pues han desaparecido “la camarilla” que hacía imposible ver con tranquilidad
las películas. Es posible que hayan comprendido la necesidad del saber comportarse. Pero
nada más lejos de la realidad, a los pocos días, el 28 del mismo mes y año, nos encontramos
con una nueva crítica a la actitud grosera de algunos de los asistentes al cine. Ese día se
proyecta una película muda titulada “Valencia”, que muchos de los asistentes piensan que es
sonora como consecuencia de los silbidos y palabras groseras que un grupo de “mozalbetes”
emiten frecuentemente. El corresponsal toma la decisión de no volver a informar de estos
asuntos, dado que nadie toma medidas, y no quiere transmitir la idea de la poca cultura en
este nuestro pueblo.
Las cosas no cambiaron para nada. En noviembre de 1932, los espectadores se siguen
quejando del mal comportamiento en el cine de determinadas personas, valorando la
posibilidad de contratar a un guarda de seguridad que estuviera en la sala durante las
sesiones, con autoridad para imponer multas a los que provoquen escándalos o profieran
frases de mal gusto. Se habla de que algunas mujeres pueden ser obligadas a abandonar la sala
para no asistir a situaciones incómodas. ¿Se resolvió el problema? La verdad es que no, pues
de hecho, en diciembre de 1932 aparece en la prensa nuevas quejas sobre los casos de
incultura, que se manifiesta en el cine por parte de algunos individuos. Las autoridades deben
intervenir poniendo freno a estas actitudes, que parece ser que están provocando que muchas
familias se abstengan de asistir al cine por temor a alguna desvergüenza. Hay que evitar que
esas personas incultas mantengan esa actitud en el cine. La solución parece ser muy fácil, una
multa para los que no mantienen la compostura. Tendrá consecuencias negativas para los
groseros y beneficioso para el municipio, por ser una nueva fuente de ingresos.
Los problemas del cine relacionados con el ruido y las groserías durante las sesiones,
parece que fue habitual. Pero había otros problemas que afectaban a los espectadores y otros
sectores de la vecindad, que consideraban que con el cine se estaba atacando a la moral de los
mismos. Así, en ocasiones la crítica contra la empresa que gestiona el Teatro Cine Hispania no
se centra en el mal comportamiento de algunos de los espectadores, sino que se dirige
directamente a la elección de las películas que se proyectan. Ante esta situación, no renuncian
a la posibilidad de hacer un plante a dicha empresa, por proyectar películas de este carácter.
De hecho el 18 de enero de 1936, se publica en El Diario Montañés, la necesidad de acabar con
la inmoralidad de alguna de las películas que se pretende proyectar en los próximos días.
Desconocemos cuál es la película, pero hay una clara alusión a las consecuencias negativas que
puede tener para la empresa su proyección y “… considerara el carácter y la calidad del público
del que principalmente vive y se evitará una campaña más intensa, en la que sus intereses no
saldrían muy bien parados”. Esto no debió surtir ningún efecto, pues días después se publica
una breve reseña aludiendo a la proyección de esa película que, parece ser, tenía un alto
carácter de exaltación del comunismo, creando un mal ambiente. Esto obliga al corresponsal a
cuestionar el acierto de la proyección de esa película. Pide que los católicos corraliegos no
sigan contribuyendo al sostén de dicha empresa, y que a todos los que correspondan tomen
cartas en el asunto y para que nadie olvide lo que ha supuesto el comunismo en aquellos
países donde se ha establecido.
En fin, muchas películas proyectadas, de distinto aprecio por parte de los espectadores
y con comportamientos no muy educados en algunos momentos. Pero no nos olvidemos, de
cuando nosotros éramos jóvenes lo que vimos y hacíamos cuando se apagaban las luces, o
cuando en ocasiones, se producían cortes en las películas, cortes que el operador de la cámara
tenía que resolver rápidamente, antes de que el cine se viniera abajo.
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