"La España negra" tendría que ser una marca turística, ya que, reconozcámoslo, siempre nos ha proporcionado beneficios. Pero nos impide darnos cuenta de lo que piensan de nosotros. Con los Sanfermines se da trabajo innecesario a los hospitales, con el toreo se maltratan toros, con las fallas y la mascletá se contamina, con la tomatina se desperdicia agua, con la tamborrada se promueve la sordera, con los "picaos" se hacen heridas y se da una imagen tercermundista... Se salvan las procesiones, las alfombras del Corpus, la Vijanera. Habría que inventar otro tipo de eventos, aunque dejasen de atraer a aquellos que vienen atraídos por el atraso, por la España "diferente". Claro que para eso habría que pensar en términos de país, y ya nadie ve más allá de su autonomía.
Adolfo Palacios en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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