Cuando algunos sectores económicos están pidiendo ayudas directas, es una manera indirecta de pedir dinero. Hay un pudor en España, en Europa, de hablar de dinero, que contrasta con la naturalidad con que lo tratan los chinos. Éstos, los que nos van a comer la tostada, lo mismo hacen sus necesidades con la puerta del retrete abierta, que ponen en su comercio un gato dorado con la mano diciendo "Dinero, ven". Aquí ponemos un santo, que viene disculpado por la bondad divina y por figurar en el santoral junto a muchos grandes renunciantes. Y es que aquí, mostrar querer dinero es (al menos en la esfera pública) como implicar que con ello se les quitará a otros... En tanto que, los "dragones", parten de que el dinero puede ser infinito y cada uno ya se ocupará de conseguir su cantidad.
Adolfo Palacios en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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