Creo que en democracia las cosas no se deben hacer así. Me refiero a la declaración de persona non grata, en Ceuta, hacia el líder de Vox, o hacia cualquier otro que sea. La figura de persona non grata no tiene consecuencias prácticas (así me dijo el Defensor del Pueblo cuando lo consulté), pero proyecta una imagen de patrimonialización de la gestión que choca con la convivencia, la diversidad y tolerancia que, entre todos, debemos mantener. Empezó ya la cosa con aquellos carteles de Municipio no Nuclear, Ciudad Arcoiris, etc., a estilo colonos irreductibles, que parecían levantar barrera entre ellos (una supuesta homogeneidad, "los buenos") y el resto de los municipios; algo así como "quien quiera hacer nación con nosotros, que sea como nosotros". Ése no es el camino; si hay indicios de delito, denúnciese. O limítense a una declaración apoyando lo contrario de lo que repudian.
Adolfo Palacios, en Cartas al Director de El Diario Montañés.
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